IMPULSO/Agencia SUN
Ciudad de México
Esa cantidad de bienes muebles e inmuebles sufrieron daños a diversos niveles, desde murales y esculturas fragmentadas, hasta retablos y óleos que quedaron expuestos a la intemperie.
La relación de los bienes culturales afectados por los sismos sigue creciendo, entre los escombros de los recintos religiosos afectados, restauradores y conservadores han logrado inventariar más de dos mil 800 objetos religiosos dañados: esculturas, óleos retablos, pinturas murales, campanas.
Bienes muebles e inmuebles sufrieron daños en diversos niveles, desde murales y esculturas fragmentadas, hasta retablos y óleos que quedaron expuestos a la intemperie. Daños que ponen a los restauradores y especialistas del INAH frente a un reto monumental, tanto por la labor de rescate que todo esto implica como por la vinculación y diálogo que se debe tener con las comunidades, planteó Liliana Giorguli, coordinadora nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH en su participación en la mesa de análisis “Los sismos: las enseñanzas que nos dejaron”, realizada en la Dirección de Estudios Históricos.
La especialista admitió que esta contingencia puso a los restauradores ante una situación que los rebasó, ello ante la falta de personal y la magnitud del desastre. Actualmente, dijo, hay diversas brigadas de restauradores que continúan trabajando con las comunidades, principalmente para el registro e identificación de los objetos religiosos dañados. “La dispersión de las comunidades y la del patrimonio nos ganó, las comunidades sacaron mucho más rápido el patrimonio de lo que nosotros pudimos llegar. Por tanto, nuestras brigadas de resguardo siguen y seguirán trabajando por muchas semanas más en las comunidades para tratar de ubicar las piezas porque, como dice el dicho, ‘a río revuelto, ganancia de pescadores'”, advirtió.