IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
Rubí baila y contagia a sus seguidores a ritmo de “No quiero nada”, cuyo video ya suma más de 109 mil reproducciones… Y Demetria, su abuela y su hijo Felipe hay días en que no comen.
Ellos sobreviven de la recolección de PET. A los 97 años, la edad pesa ya en Demetria García Puente. Luce agotada por el tiempo y el abandono entre las paredes de la casa edificada con restos de ladrillos ubicada en la calle San Juan Bautista “b”, en Matehuala.
Olvido. Hambre. Frío… Demetria ha pasado días sin comer al lado de un hijo enfermo que la acompaña. Lo opuesto lo vive su nieta: Rubí, la quinceañera que tomó fama en redes sociales. En La Joya, San Luis Potosí, sobra comida, dinero y muchos regalos.
En Ampliación Guadalupe un lujo es alcanzar los 90 pesos gracias a la recolección de PET. La suma le permite a Felipe Ibarra García preparar una sopa de fideo, frijoles o coser papas para irla pasando junto a su madre, según se señala en la publicación de Antena San Luis Potosí.
Felipe se ve limitado en poder hacer más, está saliendo de una cirugía de cataratas… Su hermano, Crescencio Ibarra, padre de Rubí, asegura, no se ha parado por ahí.