IMPULSO/ Adrián Mendoza
Toluca
- El tipo de cambio y factores geopolíticos afectaron a este importante sector de desarrollo económico.
Esperan que en estos últimos meses del 2017 se restablezca la situación económica de los restaurantes y bares.
El año 2017 quedará marcado en la experiencia de los empresarios restauranteros del Estado de México como un año difícil, complicado, pero también como una temporada de aprendizaje, manifestó Pablo Durán Gallastegui, presidente de CANIRAC.
El titular de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC) en el estado, Durán Gallastegui, afirmó que el año que está por concluir sí fue difícil por diversos aspectos económicos, como el tipo de cambio y factores geopolíticos, pero la situación comienza a estabilizarse.
Durán Gallastegui dijo que las cifras negras de los restaurantes o negocios de comida que cada año cierran se debe a que los emprendedores no conocen el negocio, dijo que, de cada diez restaurantes que abren al año, dos cierran en el primer año y solamente uno prevalecerá por más de diez años.
Pablo Durán explicó también que “no solamente tuvimos el alza en los combustibles, en la luz, el transporte, en las nominas, por ejemplo, ahora, el sismo afectó las ventas porque los clientes y todos estaban concentrados en atender la emergencia, y no solamente la emergencia particular, sino la de los vecinos y de todos los afectados”.
“Los sismos, más las trabas que aplicaron algunos ayuntamientos con leyes secas durante las festividades de la independencia de México, mermaron las actividades de los restaurantes y afectaron los ingresos de los negocios”, PABLO DURÁN, Pte. de CANIRAC.
