IMPULSO/ Agencia SUN
Mèxico
Lo comenta durante la presentación del “Corrupcionario mexicano”, publicación conformada por definiciones de palabras como fuero, chamaquear, bisnes, transar, casa blanca y charolear, y del cual hizo el prólogo.
“Pensaba el otro día cómo es que participo en esto y no existe el término (en el libro) y espero no se haga, pero es la impunidad que da la fama, de las puertas que se abren con un autógrafo, una foto, acostumbrarse a un lugar y que te dejen pasar y siempre te toque la mejor mesa sin darte cuenta.
“Y de pronto dices: esto no le pasa a cualquiera y entonces el regalo más grande de mi trabajo, me hace más chiquito; me pasó con mi hijo que dijo (en un restaurante) ‘¿no hay mesa?’ y pensé que no debe acostumbrarse a eso, a tener cuando hay una lista previa”, subraya.
El protagonista de “Y tu mamá también” destaca que para acabar con la corrupción es necesaria la educación.
“Desde que tengo hijos me cuestiono dos, tres veces las cosas y me preocupa que la corrupción se convierta en la cotidianidad de mis hijos.
“Me pasa que cuando cuento cosas fuera de México la reacción es como si vieran una transformación maquiavélica en mi y me convirtiera en un ser abominable.
“No puede ser que abramos un periódico y que haya casos de corrupción documentada y no pase nada, ya lo veamos cotidiano”, abunda el histrión.
“Corrupcionario mexicano” es editado por Alejandro Legorreta, contando con ilustraciones de diversos moneros. Será puesto a la venta mañana miércoles.