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Sicilia
La justicia italiana condenó con una pena ejemplar de 18 años de prisión al capitán del barco pesquero, el tunecino Mohamed Alí Malek, y a cinco años a su asistente, el sirio Mahmud Bikhit, quienes la noche del 18 de abril de 2015, el un barco pesquero, procedente de Libia, naufragaron tras impactar contra un cargo portugués que había acudido en su ayuda. Sólo sobrevivieron 28 personas, que confirmaron la existencia al menos 800 a bordo cuando el barco partió. La sentencia fue pronunciada por los jueces de Catania, en Sicilia.
Los dos acusados, que negaron toda responsabilidad en la tragedia y sostienen que son simples migrantes, fueron juzgados por favorecer la inmigración ilegal. La pena más severa fue para el capitán, condenado también por múltiple homicidio culposo y naufragio. Según la acusación, las maniobras erráticas de Malek contribuyeron significativamente al naufragio de la embarcación.
El juicio, celebrado de forma rápida, con audiencias a menudo a puerta cerrada y con la casi total indiferencia de los medios de comunicación italianos, incluye asimismo una indemnización de nueve millones de euros.”No son traficantes de seres humanos, el responsable del barco suele ser designado al zarpar; le dan un teléfono móvil, una brújula, y se les prohíbe, bajo pena de muerte, dar la vuelta”, explicó a la AFP el abogado de Malek, Massimo Ferrante.
A pedido del entonces jefe del Gobierno, Matteo Renzi, la Marina italiana recuperó a finales de junio los restos del pesquero siniestrado, que se encontraba a 370 metros de profundidad, una operación insólita con un coste de diez millones de euros que deberá permitir identificar a todos los muertos. La idea de Italia es crear una red europea para identificar a los indocumentados que pierdan la vida durante su travesía por el Mediterráneo para poder darles una sepultura digna, de manera que Europa recuerde “los valores que realmente importan”, prometió entonces Renzi.
Junto con las 24 víctimas enterradas en Malta tras la tragedia, los 219 cuerpos rescatados los días posteriores al naufragio y los restos hallados por los forenses dentro de la embarcación, la suma de muertos supera las 800 personas, según las autoridades.
Los documentos hallados en los bolsillos de los cadáveres demuestran que muchos provenían de Sudán, Somalia, Malí, Gambia, Etiopía, Senegal, Costa de Marfil, Eritrea, Guinea Bissau y Bangladés. En uno de los bolsillos de su ropa, prueba del propio dolor de los migrantes, uno de ellos portaba una bolsita con tierra de su país.
Desde abril de 2015, más de 300 mil migrantes llegaron a Italia y cerca de 7 mil han muerto o desaparecido en el Mediterráneo. Ayer, a menos de dos kilómetros del tribunal de Catania, 678 migrantes desembarcaron tras ser socorridos frente a las costas de Libia.
Con información de Agence France Presse