IMPULSO/Agencia SUN
Panamá
Una estrella con 168 años de vida se apaga, poco a poco, en Panamá. Afectado por una política del gobierno de Estados Unidos en contra del narcotráfico y del “lavado” de dinero, el periódico “La Estrella”, el más viejo rotativo panameño y uno de los tres más antiguos de América Latina, está condenado a muerte, pero mantiene su lucha más importante desde su fundación en febrero de 1849.
Cada vez hay más sillas vacías en redacción de “La Estrella” y de “El Siglo”, diario hermano, por la urgencia de recortar gastos ante la caída de ingresos publicitarios debido a las sanciones.
“‘La Estrella’ es más que un periódico: es un patrimonio de la nación panameña”, dijo el periodista de ese país Gerardo Berroa, director del matutino.
“La sanción de EU es aberrante, antidemocrática, antijurídica, fuera de derecho y una vergüenza”, declaró Berroa.
“Estamos ante un atentado a la soberanía nacional y a la libertad de prensa”, agregó.
Los diarios, que pertenecen al Grupo Editorial El Siglo La Estrella (GESE) corren riesgo de sucumbir porque su dueño, el empresario libanés-panameño-colombiano Abdul Waked Fares, y su consorcio de más de 60 compañías fueron involucrados desde mayo de 2016 por el Departamento del Tesoro de EU en blanqueo de dinero por narcotráfico.
Waked y sus empresas están en la lista de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Tesoro.
Washington concedió en mayo de 2016 una licencia de operación temporal para el grupo editorial, excluyéndolo de las sanciones para que se desligara de la relación con Waked a través de su venta, opción que fue descartada por el empresario. La licencia venció el 6 de enero de 2017 y fue prorrogada hasta el pasado 13 de julio.
Berroa relató que la acusación contra Waked, quien permanece en Panamá, “se hizo sin pruebas. El caso sigue sin ser llevado todavía ante un tribunal. Un fallo judicial panameño determinó en su momento que el consorcio opera sin ningún problema. Por eso, esta lucha es en defensa de la libertad de expresión, de la libre empresa”, consideró Berroa.
El GESE ha recibido apoyo de seis ex presidentes panameños y personalidades locales. La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) advirtió en julio pasado que la “asfixia económica” contra los dos diarios está “poniendo en serio riesgo la libertad de prensa y el derecho de los ciudadanos a acceder a información plural y diversa”.
Las sanciones implican que ninguna firma panameña o ciudadano de este país paguen un contrato de publicidad con una tarjeta de crédito o de débito, porque la transacción pasa por el sistema financiero de EU.
Sin descartar más despidos, Berroa afirmó que el diario continúa haciendo planes a futuro, porque “no podemos doblegarnos”.