IMPULSO/ Gonzalo Vaca
Con una muy mala noticia para la salud de la población más necesitada se conmemoró el Día del Médico en México. Con 237 votos de los partidos Morena, Encuentro Social, Verde Ecologista y del Trabajo, los legisladores pusieron punto final al Seguro Popular; institución que se significó por ser un esquema de protección financiera que mejoró fundamentalmente el acceso a servicios de salud para alrededor de 55 millones de mexicanos; El revanchismo político cobró una factura más, pero se puede dejar en la indefensión a la mitad de la población que no cuenta con seguridad social.
Criticado desde la óptica de la político, pero reconocido por la nobleza de su espíritu social al estar enfocado en los sectores de mayor vulnerabilidad como son los niños menores de cinco, años, las mujeres embarazadas y personas de la tercera edad, además de la atención prioritaria a los males de alto costo que se traducen en catástrofes para cualquier familia, los partidos políticos -sin ningún tipo de valoración objetiva-, decidieron eliminar “a mano alzada” la desaparición del sistema de protección social que otorgaba coberturas desde consulta externa, atención de segundo nivel, hospitalización y medicina interna, hasta cirugías de alto costo y atención ginecológica, obstétrica, pediátrica y geriátrica.
No es seguro, ni es popular, gritaron sin cansancio durante años y por todos lados, ahora el “nuevo” modelo de medicinas gratuitas para todos pasará por el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (INSABI) que deberá ser aprobado por el Senado de la República, como mero trámite administrativo.
Ya lo habíamos escrito en entregas anteriores y en las que adelantábamos que no habría marcha atrás, sobre todo con la apabullante mayoría de la 4T. La defensa tardía del Seguro Popular estuvo encabezada por representantes del neoliberalismo como ex secretarios de Salud y ex Comisionados, así como por algunos legisladores del PRI, del PAN, del PRD y de Movimiento Ciudadano, pero ni los argumentos esgrimidos, menos la suma de votos, alcanzó ante la aplanadora morenista.
Sí, fue un día amargo para el personal de Salud, porque además de tirar por la borda un gran esfuerzo de servidores públicos comprometidos con sus semejantes, se da pie a la incertidumbre para miles de trabajadores que ven en riesgo la certidumbre de sus familias y el desempleo a la víspera.
Son miles los trabajadores y millones las personas que verán afectadas su estabilidad laboral y su condición de salud por una mala decisión que el gran tlatoani había tomado ya hace varios años.
Los especialistas lamentan la pésima decisión de extraer recursos del Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos para financiar el nuevo Instituto, sin establecer bases para su capitalización futura.
De entrada la nueva Ley autoriza “tomar” 40 mil millones de pesos y atentar contra la atención y financiamiento de enfermedades de alto costo como el cáncer, en niños, mujeres, o algún tipo de trasplante que estaba asegurado con el Fondo que ahora se desfonda, ya no impunemente, ahora con la complacencia de la Transformación. Vaciar las arcas de una Institución para dar paso a otra no solamente es una pésima idea, sino es una muestra de la miopía con la que se gobierna ahora este país.
El Día del Médico de este 2019 pasará a la historia como el último día del Seguro Popular y seguramente será recordado como el premio que los de la 4T regalaron a miles de médicos mexicanos que a través de los Servicios Estatales de Salud en el país remediaban desde una gripa hasta consumar un trasplante.
“Aguas mexicanos, su salud está en riesgo”; “Hoy dicen que van por gratuidad, que será universal, que será para todas las enfermedades y todos los medicamento. Bravo (…) pero para soñar hay que presupuestar”
“Se amplían las enfermedades, pero mochan el Fondo (…) “Es la misma cobija para una cama más grande”; “Serán mucho menor recursos, con más responsabilidad y para más población”; “Quieren que el dinero se genere en los árboles…”.
Este fue el nivel de los argumentos de defensa de una Institución que en 15 años de existencia, atendió –sin costo alguno- 50 mil casos de cáncer de mama; más de 13 mil casos de cáncer infantil; más de 93 mil pacientes con VIH-SIDA; casi 18 mil casos de cáncer Cérvico Uterino; cerca de 100 mil atenciones en Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales, así como 500 millones de consultas; mas de 25 millones de urgencias atendidas y casi seis millones de emergencias obstétricas.
Otro dato de valor es que antes de la existencia del Seguro Popular, perdían la vida ocho de cada 10 niños con algún tipo de cáncer; con el Seguro Popular, la tendencia se invirtió y ocho de cada 10 niños con cáncer salvaron la vida. Por todo esto y más que triste conmemoración del Día del Médico en México.
El reto del Gobierno en materia de salud no tiene techo. Las necesidades de los mexicanos son muchas y más en materia de salud. Lamentable que se que juegue a ser Dios y que la politiquería sustituya a la sensibilidad que inspira al hombre-médico a salvar del dolor al hombre-enfermo, además de dar por la salud su vida.
Desde aquí vaya una muy considerada felicitación a todos los médicos en su día, haciendo votos porque el INSABI se signifique por ser la solución que la salud de los mexicanos necesita.