IMPULSO/ Agencia SUN
San José, Costa Rica
El mexicano Bernabé “N”, alias “Berna” y/o “El Manco”, identificado como miembro del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y presuntamente responsable de comprar droga a organizaciones narcotraficantes en el sur del territorio colombiano para exportarla a Estados Unidos, fue detenido esta madrugada en el aeropuerto internacional de El Dorado, en Bogotá, cuando pretendía viajar a México, anunció esta mañana la Dirección Antinarcóticos de la Policía Nacional de Colombia.
La Dirección informó en un comunicado que la Policía Internacional (Interpol) emitió una circular roja que está vigente en contra de “El Manco” por narcotráfico.
La alerta de Interpol fue difundida “al comprobarse que ingresaba al estado de Carolina del Norte clorhidrato de cocaína que enviaba en los equipaje de los pasajeros preferiblemente menores de edad”, puntualizó.
Bernabé “N” fue descrito por las autoridades colombianas como un “temido narco” del CJNG, que tiene fuertes lazos en Colombia y es una de las organizaciones criminales más peligrosas de México.
La noticia trascendió luego de que, en agosto pasado, como parte de investigaciones sobre el lazo entre mafias mexicanas y colombianas, la Dirección reveló los nexos del narcotraficante mexicano Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho” y líder del CJNG, con la guerrilla comunista colombiana del Ejército de Liberación Nacional (ELN) para el contrabando de cocaína a Centroamérica, México y Estados Unidos.
La Dirección confirmó a este periódico que rebeldes del ELN, la última insurgencia colombiana y en armas desde 1964, cobraron dinero para garantizar la salida de los cargamentos de cocaína de Colombia hasta el puerto mexicano de Manzanillo, sobre el litoral de México en el Océano Pacífico, para el CJNG. Por cada kilo de cocaína, el ELN cobró unos 70 dólares, aseveró.
De 52 años, oriundo del estado de Michoacán y considerado por las autoridades mexicanas como máximo jerarca del CJNG, “El Mencho” es uno de los hombres más buscados en México por delincuencia organizada y otros cargos.
Captura
La Dirección reportó que, hoy en horas de la madrugada, las autoridades de Colombia fueron alertadas por agencias internacionales de la presencia de Bernabé “N”.
De acuerdo con los datos, “El Manco” habría ingresado a Colombia “en días pasados en tránsito proveniente del sur del continente”, aseguró el informe, del que EL UNIVERSAL tiene copia.
“Este individuo sería un enlace importante del cártel mexicano y estaría precisamente en territorio colombiano adelantando negociaciones con las organizaciones narcotraficantes en los departamentos (estados) de Cauca y Nariño”, en el sur de Colombia, añadió.
Los informes policiales confirmaron que “se supo” que Bernabé “N” “en otras oportunidades había ingresado a Colombia a través de los pasos fronterizos sin dejar rastro en las oficinas de Migración con el fin de no dejar ninguna traza de los movimientos en el país”, agregó.
“Así se escabullía de las autoridades que le seguían la pista desde México”, admitió.
Como integrante del CJNG, el mexicano “se encargaba de viajar a Colombia para establecer alianzas criminales con organizaciones dedicadas a la producción y el tráfico de cocaína desde el sur del país. La cruenta disputa territorial en el estado (mexicano) de Guerrero con la ‘Familia Michoacana’ lo había obligado a esconderse y desde la clandestinidad movía la droga que introducía a EU”, puntualizó la Dirección.
Sin detalles.
Cuando los investigadores colombianos recibieron la alerta sobre “Berna”, de inmediato “desplegaron un operativo por toda la terminal aérea para cerrar el paso del viajero”, con el problema de que “la única característica física que se tenía era la falta de una extremidad que lo hacía fácilmente reconocible”.
Aproximadamente a las 01:00 horas de hoy (mismo tiempo del centro de México), Bernabé “N” arribó al aeropuerto de El Dorado, el principal de Colombia, procedente de Cali, capital del centro—occidental departamento de Valle del Cauca, narró.
El mexicano llegó a la terminal aérea “en busca de un café antes de seguir su viaje hacia México”, pero “en ese mismo lugar las autoridades lo abordaron para notificar la orden de captura internacional que pesa en su contra”, relató la Dirección.
La Oficina de Asuntos Internacionales de la Fiscalía General de Colombia será la encargada de tramitar la entrega de este ciudadano mexicano a Estados Unidos, aclaró.
Los gobiernos de Colombia y Ecuador alertaron a inicios de 2108 que los cárteles mexicanos acrecentaron su presencia en puntos marítimos y terrestres de las zonas fronterizas entre ambos países para el tráfico de gran cantidad de cocaína por los corredores del Océano Pacífico desde esas naciones a Centroamérica y México, rumbo a EU.
Despliegue criminal.
Por la desaparición o la debilidad de sus tradicionales vendedores colombianos de cocaína, como la ahora ex guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), los cárteles del narcotráfico internacional de México desplegaron un mayor número de mexicanos en suelo colombiano para comprar drogas, porque enfrentaron líos para garantizar el suministro de sustancias ilícitas a EU.
Así lo aseguró un informe sobre la situación del narcotráfico internacional difundido a inicios de este año por la Universidad del Rosario, uno de los principales centros privados de educación superior de Colombia, y por Insight Crime, ente no estatal de Bogotá que indaga sobre la delincuencia organizada transnacional.
Los cárteles mexicanos fueron clientes compradores de cocaína de las FARC, la organización guerrillera comunista que se alzó en armas desde 1964 hasta que en noviembre de 2016 firmó un pacto de paz con el gobierno colombiano, con la promesa de retirarse de la narcoactividad, y en el segundo semestre de 2017 pasó a ser partido político legal.
Según el estudio, en vez de trabajar con un solo proveedor capaz de suministrarles 10 toneladas, ahora tienen que encontrar diez diferentes que les entreguen una cada uno.
Pese al complicado escenario, “los mexicanos están cada vez más presentes en los laboratorios de cristalización, donde hacen control de calidad, para asegurarse de que la cocaína que están comprando sea de la más alta pureza”, aseveró.