Noviembre 24, 2024
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Desenredo

IMPULSO/ Rosalinda Hernández Alarcón
Debate necesario
Urge el intercambio de ideas ecuánime en lugar de repetir esquemas de la Inquisición. La problemática social que existe en Guatemala a raíz del elevado número de embarazos no deseados plantea la necesidad de reflexionar acerca del aborto. Piensen por un lado en el hombre que fue condenado recientemente en Quiché por abusar sexualmente de sus dos nietas (una de 14 y otra de 10, la primera tuvo un hijo), sin duda que él merece una sentencia, pero y ellas… cómo será posible que tengan una reparación digna
Por otro, nadie puede negar que en este país las interrupciones de embarazos se realizan todos los días, mujeres de todos los estratos sociales recurren a esta respuesta; obviamente quienes son pobres enfrentan los mayores peligros.
Según el Ministerio de Salud y Seguridad Social de Guatemala, en 2015 registró 4 mil 431 embarazos en mujeres de 10 a 14 años de edad, los que de acuerdo al ordenamiento legal de este país fueron producto de violaciones sexuales.
Después de ver un programa televisivo que condena el aborto, imposible dejar de señalar que si bien cualquier medio puede sumarse a esa posición porque ello está respaldado por la libertad de expresión, es anti-ético recurrir a la mentira como argumento o a los recursos amarillistas para ganar adeptos. Si pretenden desalentar a quienes recurren al aborto mediante ese tipo de mensajes, lo que hacen es replicar las prácticas de aquellos retrógradas que condenaron a la hoguera a personas que pensaban diferente.
Hay que utilizar los medios para dar a conocer diferentes opiniones para que el público usuario tenga elementos para tomar sus propias decisiones. En nada contribuye al libre intercambio de ideas cuando se asegura de manera tajante que quienes interrumpen el embarazo irremediablemente tendrán secuelas nefastas o ignorar que esa práctica es legal en otros países, donde se efectúa de manera segura ya que los Estados proporcionan los servicios de salud necesarios.
Con la idea de contribuir al debate, vale conocer lo dicho por la antropóloga mexicana, Marta Lamas, quien explica que el aborto es una respuesta universal ante un embarazo no deseado, y distingue tres causas: a) fallas de los métodos anticonceptivos; b) las que tienen que ver con carencias sociales; c) las que se relacionan con la condición humana: irresponsabilidad, “descuidos” y violaciones sexuales.
Asegura que si una mujer aborta no afecta los derechos de nadie, “los derechos de una mujer nacida no son equiparables con los derechos de un embrión (y esto no quiere decir que los embriones no deban ser protegidos)”.
Al hablar del tema es evidente que aumenta la masa crítica que defiende la libertad y la importancia de los derechos, ya que quienes consideran válido el aborto no pretenden que sea una obligación para nadie.