Julio 16, 2024
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Desde las alturas

IMPULSO/ Arturo Albíter Mtz.
Los priistas tenemos entre tres y cinco años para recomponer el camino

– Los priistas tienen entre tres y cinco años para recomponer el camino.
– Recibir funcionarios del gobierno federal cuando se queden sin trabajo, una gran decisión para la administración estatal
-¿Debía renunciar Ernesto Nemer?

Desde la pasada elección de gobernador en el Estado de México, ya se notaba que algo malo pasaba en el Partido Revolucionario Institucional. No se ponían de acuerdo con la selección de candidato, por un lado, el entonces gobernador Eruviel Ávila empujaba con todo para poner un incondicional en la persona de Ana Lilia Herrera, por otro, se encontraba el actual mandatario, Alfredo Del Mazo.
Un intento de albazo puso las cosas en su lugar y todos sabemos quién fue el candidato.
Entonces empezó una lucha al interior que se hizo más profunda, incluso se dieron a conocer traiciones al interior del Tricolor. Las estructuras del partido oficial se dividieron y la candidata de Morena, la ex Presidenta Municipal de Texcoco, que hasta entonces sólo conocían en su tierra, empezó a levantar.
Por momentos parecía que Del Mazo perdería la Gubernatura, situación que se debía en gran medida a la división dentro del instituto político. En ese momento era claro que el único capaz de derrotar al PRI eran los mismo priistas.
Con un margen apenas suficiente, el aspirante tricolor mantuvo el control priista en tierras mexiquenses. Pero las estructuras quedaron resentidas, aunque todavía tenían la esperanza de que, en las locales de este año, las cosas cambiarían y el pastel se repartiría de una forma más equitativa.
Quizá ese sentimiento provocó que pocos observarán lo que se venía gestando.
Entonces, Ernesto Nemer tomó las riendas del Revolucionario Institucional con su principal operador, un viejo conocido al que muchos califican como un político resentido en muchos aspectos, Efrén Rojas Dávila.
Las bases estaban frágiles y sólo necesitaban un empujón para romperse, ese empujón vino con la imposición de candidatos, la gran mayoría de los que consiguieron una posición eran recomendados, sólo tuvieron el cuidado de no mandar a hijos de figuras reconocidas. Entonces, todo se vino abajo y los ánimos igual.
Si los sectores en el PRI eran marginados, en ese momento, la CNOP y la CTM ni las voltearon a ver. Sólo el recién nombrado líder de la CNC, Édgar Castillo, se envalentonaba y decía que gracias al voto verde se había ganado la elección de gobernador y hasta dio una larga lista de cenecistas que iban como candidatos. Bueno, hasta prometió miles de votos para que ganara el PRI. Hasta el momento, el líder agrario parece escondido, pues no sale a dar la cara.
En un ejercicio de opinión, pregunté a periodistas y políticos del PRI cuántas alcaldías ganaría el Tricolor. Mi postura eran 50, tomando en cuenta que un año antes ganaron poco más de 80. La sorpresa fue que los actores políticos se fueron con una cifra menor a la mía y, aunque no acertaron, alguno habló de 35.
Por su parte, Nemer, en lugar de hacer una recomposición al interior, provocó una división mayor, en gran medida alentado por la dura posición de Efrén Rojas, quien vio como poca cosa el enojo, incluso adoptó la postura de apartarse de los medios de comunicación, con los que nunca ha tenido buena relación, desde que era rector de la UAEM.
De poco le sirvió a Nemer su lastimoso grito de guerra en reuniones regionales “que sí, que no, que como chingados no”. Su florido lenguaje con unos “a güevo, sí, a güevo” y otros más sólo mostraba a un líder con pocos recursos de convencimiento. La pregunta es ¿Ernesto Nemer debe renunciar ya? o, como algunos dicen, “no sólo es su culpa”. Creo que la respuesta es simple, lo mandaron al PRI a ganar, no a encabezar la peor derrota de la historia para este partido.
El mensaje fue claro, rechazo al PRI, sólo en Toluca, los últimos tres presidentes municipales dejaron mucho que desear y repetían en esta elección.
Tienen dos escalas, una dentro de tres años y otra dentro de cinco para recomponer el camino, con el trabajo de las estructuras no les alcanza.
Viene una decisión complicada: ¿qué va a hacer el Ejecutivo estatal cuando lleguen los funcionarios que perderán el trabajo en el Gobierno Federal? esos mismos que hundieron a Peña Nieto, ¿los recibirá o los marginará?
¿Los secretarios de la actual Administración mantendrán su postura de intransigencia y enfrentamiento contra transportistas, empresarios, campesinos, farmacéuticas, derechohabientes? Tienen tiempo suficiente, capacidad y ganas, eso está por verse.

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