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DESDE LAS ALTURAS

Por: Arturo Albíter Martínez

  • El Gobernador mexiquense habla sobre decisión de la SCJN de desechar la controversia que interpusieron contra el Censo de Población y Vivienda.
  • Explicación “simplista” a los datos del INEGI.
  • No es un “Golpe del INEGI” al Estado de México como algunos lo sugieren. Es tanto como pensar que el trabajo de miles de personas sólo sirvió para afectar las finanzas mexiquenses.
  • Momento para que Gobierno estatal demuestre capacidad y arme un buen presupuesto.

La controversia Constitucional que interpuso el Gobierno del Estado y desechó la Suprema Corte de Justicia en contra de los resultados del INEGI y que ayer retomamos en este espacio, fue un tema que tocó el mandatario estatal en el Seminario para Presidentes Municipales Electos.

De manera “simplista” el titular del ejecutivo intentó explicar la inconformidad con los resultados del trabajo que realizó el INEGI.

De inicio comentó que el Censo fue elaborado en año de pandemia, por lo tanto fue más complicado realizarlo. La población disminuyó en el país 1 millón 200 mil y de esa cantidad al estado le bajaron un millón 100 mil, “eso es absurdo” destacó.

Si hay una disminución continuó, debía ser equitativa conforme a lo que el Estado de México presenta en cuanto a población, pero la reducción a la entidad “no hace sentido”.

Después tocó el tema de los recursos que le tocan a la entidad y los municipios, los cuales bajarán.

No podía dejar de lado el hecho de que la controversia no era en contra del Gobierno Federal, cuidando en todo momento la relación. “Fue contra el INEGI, porque el INEGI hace esta evaluación, estas cifras, porque esto significa una disminución en participaciones para el estado” que anualmente llegaría a más de 4 mil 400 millones de pesos.

Explicó que los municipios al cierre del año buscan el apoyo del Gobierno estatal para obtener recursos extraordinarios de cierre, pero ya no podrán contar con ese beneficio extra y tampoco se recibe de la federación.

PREOCUPA LA DISMINUCIÓN, PERO NO ES CULPA DEL INEGI

Indudablemente el mensaje de preocupación por parte del mandatario estatal debe tomarse en cuenta, es una cantidad importante de recursos la que dejaría de recibirse y la situación se debe tomar en su justa dimensión.

El secretario de Finanzas, Rodrigo Jarque deberá sacar un as bajo la manga para enviar un presupuesto que cumpla con todas las necesidades del estado más poblado del país.

El 2022 es el último completo de la actual administración y debe entregar buenos resultados. Así que se encuentra en la disyuntiva de elaborar un presupuesto con tendencia a los apoyos sociales como AMLO o para apoyar la reactivación económica.

EL INEGI NO ES EL ENEMIGO

Pero esto no es culpa del INEGI, desde que se dieron a conocer los primeros resultados del Censo y que fueron minimizados por los especialistas del Gobierno estatal, se daba a conocer que el Estado de México se había convertido en un territorio que expulsaba a la población y la fecundidad había bajado.

La inseguridad, las pocas oportunidades de empleo y el exceso de población propiciaron ese fenómeno.

Decir que el INEGI le dio un golpe al Estado de México o que aplicó un recorte poblacional o dar a entender que deliberadamente redujeron el número de habitantes es tanto como demeritar el trabajo de miles de encuestadores que caminaron kilómetros durante días, expusieron su integridad física, los asaltaron y la mordedura de perro era una constante.

El Censo empezó antes de decretarse el primer confinamiento y a pesar de ello, esos encuestadores, verificadores y el resto de los que intervinieron en el trabajo se mantuvieron algunos días más en la calle.

Y seguramente el resultado tampoco tuvo un mensaje político o financiero. No fue como que vamos a quitarle al Estado de México un millón de habitantes para que les disminuyan 4 mil 400 millones de pesos de participaciones, a menos de un año de las elecciones para gobernador.

Han sido cuatro años de un lento andar de la actual administración. Sobre todo en economía los resultados han sido malos. Los operadores escasean, pero en lugar de acusar al INEGI del recorte, es el momento que deben demostrar capacidad.

Si Rodrigo Jarque ha trabajado para que en cuatro años la calificación crediticia de la entidad sea la mejor, ahora debe hacer más para presentar un presupuesto eficiente con el que se alcancen a cumplir metas en el corto tiempo.

Lo malo que el titular de Finanzas no tiene el control de todos los coordinadores administrativos del Gobierno estatal.