Por: Arturo Albíter Martínez
Imposible conocer en este momento el nivel de afectación que ha dejado la pandemia en el sector económico.
Sólo aproximación en cuanto al número de empleos perdidos y no existe certeza en la cantidad de negocios cerrados definitivamente.
Hasta el año pasado, la última estimación era de 210 mil millones de pesos perdidos y más de 100 mil empleos.
Comentario del día: Alejandra del Moral, presidente del PRI estatal le “avienta la pelota” a los presidentes de los comités municipales para que contengan el enojo de los líderes y militantes.
La afectación que ha dejado la pandemia en el sector económico del Estado de México es imposible de conocer. No existe instancia, ni del sector empresarial, muchos menos del oficial que conozca con certeza, la cantidad de empleos que se han perdido, mucho menos el número de negocios que han cerrado sus puertas definitivamente.
Hasta el año pasado, en un sondeo realizado por la Cámara Nacional de Comercio en el Valle de Toluca, se consideraba que ya se habían perdido al menos 100 mil empleos, sin contar el segundo cierre de actividades decretado en diciembre pasado.
Si se parte del hecho que ninguno de los tres niveles de gobierno está interesado en conocer el tamaño de la afectación, entonces es posible entender el porqué de la pobre reacción que han tenido hasta el momento.
Estamos a casi dos meses de cumplir un año del primer confinamiento y el apoyo de parte de la autoridad ha estado muy lejos de resolver en una mínima parte la afectación.
Para Juan Felipe Chemor, presidente de Canaco Valle de Toluca, las múltiples reuniones que han tenido, principalmente con instancias del gobierno estatal, han servido parcialmente.
El líder empresarial, mencionó que en la última mesa de trabajo en la que estuvo presente el mandatario estatal fue posible conocer que existe preocupación por la situación que atraviesan, sobre todos el comercio y servicios.
Fue por eso, que se hicieron acuerdos para abrir parcialmente muchos negocios que estaban en malas condiciones financieras, aunque el semáforo rojo se mantiene.
DESCONOCEN INSTANCIAS DE GOBIERNO EL TAMAÑO DE LA AFECTACIÓN
De cualquier forma y aunque realizan reuniones de trabajo, es imposible que operen un programa efectivo de apoyo al sector económico, porque simplemente no tienen conocimiento total o parcial de la afectación en todos los sectores.
Para determinar el número de empleos perdidos, dependencias del gobierno estatal cómodamente se confían en los números que aporta el Instituto Mexicano del Seguro Social, se desentienden de los que da a conocer el INEGI y se voltean cuando se trata de obtener datos propios.
Por su parte, las organizaciones empresariales tampoco tienen las condiciones suficientes para realizar acercamientos o mediciones que puedan ser confiables, independientemente de lo difícil que es conocer cuántos negocios cierran en un día y si están en posibilidades de reabrir más adelante o la crisis ya no se los permitió.
Juan Felipe Chemor explicó que el confinamiento decretado en diciembre pasado dejó fuera de circulación a muchos dueños de establecimientos, porque cambiaron el semáforo rojo sin previo aviso.
La mayoría se adelantó para comprar mercancía que los reviviera en diciembre, pero les cierran el negocio y se quedan con todo el material en las bodegas. Una inversión que no pudieron recuperar hasta ahora, pero la cuesta de enero los dejará con poco margen de ganancia.
Este cierre fue el punto final para muchos, simplemente no pudieron salir adelante y es que los adeudos se fueron incrementando, desde el pago de la renta hasta la inversión que realizaron para comprar mercancía, pero peor aún los servicios que las diferentes instancias de gobierno no perdonan.
Hasta diciembre Canaco consideraba que en doce meses del 2020 ya se habían perdido alrededor de 210 mil millones de pesos y alrededor de 100 mil fuentes de trabajo, contando los formales, así como los informales.
Imposible tener un número aproximado, ni porcentaje sobre la cantidad de negocios cerrados.
AMBULANTAJE UN PROBLEMA DE DEJA AL COMERCIO FORMAL EN PEORES CONDICIONES
Durante el segundo confinamiento, la autoridad sobre todo la de los gobiernos municipales dejó de cumplir con la obligación de retirar a los vendedores ambulantes.
Por un lado, todas las instancias de gobierno presionaron a los dueños de establecimientos, verificaciones, revisiones y algunos líderes denunciaron extorsión de parte de verificadores de todos los niveles.
Y a los ambulantes los dejaron operar libremente y se convirtieron incluso en un punto de contagios, porque a diferencia del comercio formal, los ambulantes evidentemente no aplican ninguna medida de sanidad.
Y aunque hubo un exhorto de parte del gobierno estatal para con los Ayuntamientos para que tomaran acciones en contra de los ambulantes, muy pocos fueron capaces de cumplir con su obligación.
COMERCIANTES ESPERAN UN 2021 COMPLICADÍSIMO
El 2021 para el sector comercio y servicios será un año de alta incertidumbre y por lo tanto complicadísimo.
Sin apoyos del gobierno federal, el estatal con poco margen de maniobra y el municipal de espectador.
Pero los tres metidos de lleno en las elecciones de mitad de año.
COMENTARIO DEL DÍA: ALEJANDRA DEL MORAL AVIENTA PROBLEMA DE INCONFORMIDADES A LOS DIRIGENTES DE COMITÉS MUNICIPALES
Pues resulta que la presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Alejandra del Moral encontró la mejor forma de quitarse la obligación de componer el problemón que tienen con la Alianza en Ayuntamientos.
Y como aplica regularmente le habló fuerte a los dirigentes de los Comités Municipales para que sean ellos los que resuelvan el problemón que tienen con la inconformidad de grupos priistas en todo el estado.
Así de fácil se quitó la responsabilidad.
Regaña o le habla fuerte a los municipales como quiera que sea y que ellos resuelvan un problema enorme. Evidentemente el plan de Alejandra del Moral no será del todo efectivo.
Los que organizaron este plan, debían ser los que busquen recomponer el camino, pero es claro que ni ellos y mucho menos Alejandra del Moral tienen la estatura y valentía para hacerlo.
No se trata sólo de regañar, alzar la voz y gritar palabras altisonantes a los que son sus trabajadores.