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DESDE LAS ALTURAS

Por: Arturo Albíter Martínez

    Continúa la presión de empresarios al gobierno estatal para abrir actividades no esenciales.

    El sector que se dedica a la venta de alimentos no aguanta la presión, está a punto del colapso.

    Durante el primer encierro, instancias de gobierno hicieron intentos para apoyar al sector empresarial, ahora los dejan solos.

    Dato del día: La inflación cerró en 3.15% en comparativo anual. El aumento al IEPS aplicado por el gobierno federal fue del 3.33, ajuste por arriba de la inflación.

La presión de parte de los empresarios empieza a subir, cada día se les complica más la situación y es que mientras los negocios y empresas formales que son catalogadas como no esenciales han cerrado sus puertas, el comercio informal no se detuvo a pesar de lo vagos intentos que hicieron algunas administraciones municipales.

La situación que vive, sobre todo, el sector terciario o el de comercio, servicios y turismo vive una de las peores etapas, soportaron el primer encierro decretado debido a la pandemia de Covid 19. 

A pesar de los escasos apoyos que brindaron el gobierno federal y el estatal, muy pocos municipios, los empresarios no estuvieron en contra y desde los propietarios de las micro y pequeñas empresas, hasta las grandes cerraron sus puertas y soportaron todo el tiempo sin presionar para que volvieran a reabrir.

Ahora las condiciones son completamente diferentes. 

Por un lado, el rebrote del virus ha sido de mayor impacto, el número de infectados y fallecidos aumenta día a día, incluso se han alcanzado records en las dos mediciones.

Pero por otro, los dueños de negocios y empresas ya no están en las mismas condiciones de aguantar más tiempo cerrados y es que mientras todos los formales reciben presión de parte de las autoridades para no abrir y les aplican multas considerables, a los informales les permiten actuar libremente.

A principio de semana, un grupo de líderes empresariales en conferencia de prensa virtual salió a presionar para que se cumpla el compromiso de abrir las actividades no esenciales el 11 de enero, tal y como se habían comprometido las autoridades cuando regresaron el semáforo epidemiológico a rojo.

El mismo día, instancias del gobierno estatal dieron a conocer que ampliarían el semáforo rojo hasta el 17 de enero.

Una semana más, que, de acuerdo a las circunstancias, puede ser la diferencia para que muchos negocios se mantengan abiertos o cierren definitivamente.

Por ejemplo, la industria restaurantera de la Ciudad de México y del Estado de México dio a conocer una carta abierta donde hacen un llamado a la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México y al mandatario mexiquense en la que casi suplican que ya no pueden más y necesitan regresar.

Dicen que, a pesar de ser parte esencial de la economía en México, los restaurantes están en peligro de desaparecer.

Argumentan que, desde el inicio de la pandemia, tan sólo en el Valle de México ya cerraron definitivamente 13 mil 500 establecimientos.

Y en para el caso del Estado de México, informan que antes de la pandemia se tenían registrados 70 mil restaurantes, los cuales generaban alrededor de 340 mil empleos directos.

La repercusión que han tenido los encierros, deja un saldo de 10 mil negocios cerrados con una pérdida de al menos 50 mil trabajadores.

Advierten que en caso de mantener el semáforo en rojo y con ello los obliguen a permanecer cerrados, se condena a miles de personas al desempleo. Y es que, si bien el año pasado soportaron la presión y pudieron salir adelante endeudándose con bancos, ahora esos acreedores ya no están dispuestos a dar más tiempo de gracia.

Por su parte, Laura González presidente del Consejo Coordinador Empresarial también dio a conocer su postura sobre la situación que se vive en este momento.

Explicó que se han reunido con funcionarios de diferentes dependencias del gobierno estatal como es el caso de la Secretaría de Salud, de Desarrollo Económico, del Trabajo, así como Protección Civil y Coprisem.

El punto a tratar más importante, es la solicitud para abrir unidades económicas no esenciales con restricciones y medidas de sanidad.

Esto podría en cierta medida evitar un colapso económico en la entidad, aseveró la lideresa empresarial.

Y tocó el tema del comercio informal, manifestó que con esos vendedores no se tienen medidas preventivas para contener la pandemia y la autoridad les permite operar, refiriéndose específicamente a los gobiernos municipales que han tolerado esta práctica.

Pero los empresarios también pidieron que las medidas sanitarias se apliquen en todas las oficinas de gobierno de cualquier orden y es que en el Gobierno del Estado no tienen control sobre el personal y en muchas dependencias exigen la presencia de trabajadores sin importar que hayan estado en contacto con enfermos de covid.

A los Ayuntamientos como el de Toluca tampoco les ha importado la enfermedad cuando se trata de cobrar el agua y el predial y a pesar de que quieren engañar diciendo que van a operar con medidas sanitarias, es claro que no se cumplen.

DECISIÓN IMPORTANTE DEL GOBERNADOR EN AÑO ELECTORAL.

Ahora todo depende de la administración estatal. Y aunque generalmente no le gusta, el mandatario estatal deberá tomar una decisión.

Dar luz verde a los empresarios para que abran sus negocios o mantener cerrado porque la pandemia no ha sido controlada y faltarían varias semanas para que la curva empiece a bajar.

Varias preguntas saltan. ¿Otra vez dejará que la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México tome la decisión? ¿Trabajará con su equipo (es un decir) para llegar a un acuerdo de manera autónoma?

Sin duda uno de los más contentos porque no le piden mucho su opinión, es el titular de Desarrollo Económico. 

Si el Gobernador decide mantener cerrado tendrá presión de un sector muy importante y al que no le ha dado mucho. Si se decide por la apertura, recibirá presión social porque lo hace cuando la enfermedad claramente no está controlada y es año electoral.

DATO DEL DÍA: AJUSTE AL IEPS APLICADO POR GOBIERNO FEDERAL POR ARRIBA DE LA INFLACIÓN.

El Inegi dio a conocer el indicador final del año en lo que se refiere a la inflación, que ubicó en el 3.15 por ciento, con lo cual se cumple la meta del Banco de México se terminar el 2020 en un 3% +/- 1 punto.

Aunque no se conocía este dato, el gobierno federal desde los últimos días del año pasado ya hablaba de un ajuste a los impuestos por la inflación, sólo que ese ajuste lo colocaron por arriba del indicador.

Así mientras la inflación se ubicó en un 3.15 por ciento, para el gobierno federal el ajuste fue de 3.33 por ciento que a simple vista podría parecer poco pero no es el caso.