Julio 16, 2024
Clima
15°c Máxima
15°c Mínima

Desde las Alturas

Por: Arturo Albíter Martínez

    Tres años perdidos en el Estado de México.

    Naturaleza y decisiones políticas juegan en contra.

    De no creer la forma de jugar con la política del campo y la economía.

Han pasado tres años de la actual administración y tienen poco que presumir, una economía a la baja y con la crisis por la pandemia tendrá un desplome que se espera de doble dígito, el campo vive sólo de promesas, algunos eventos y poquísimos recursos, en el tema social lo único que recibe atención es la tarjeta rosa.

Nadie sabe de obras de infraestructura, la seguridad es un tema pendiente en el que el Estado de México siempre se mantiene con los índices más altos del país, ni la Secretaria de Seguridad, ni el Fiscal han dado los resultados esperados, tomando en cuenta que este último en el papel tiene autonomía.

El Estado de México arrastra también la imagen de corrupción que dejó el ex presidente Enrique Peña Nieto. pero el equipo en el poder parece conforme con lo que pasó.

Incluso funcionarios relacionados con ese grupo siguen en el actual gabinete, y es tanta su influencia, que hasta Luis Videgaray tiene su cuota de poder y su incondicional se mantiene al frente del tricolor por poner un ejemplo.

El férreo control que tiene el mandatario estatal en torno a la comunicación institucional es tanta, que hace suponer que nadie en el gabinete tiene permitido hablar porque en una de esas opaca a su jefe.

Tampoco se puede pasar por alto que a tres años de distancia parece que existe un vacío de poder, el control en la toma de decisiones pertenece a un pequeño grupo cercano al mandatario.

Por ejemplo la entrega de apoyos sociales de todas las dependencias, sin importar que sean de Desarrollo Social o lo que era Desarrollo Agropecuario por citar sólo ese par, los entrega una sola persona, Eduardo Flores y es el que marca pauta, incluso tiene una autonomía a tal grado que sobrepasa al titular Erick Sevilla, quien sólo atina a mirar para otro lado.

Tres años en los que el ejecutivo estatal acepta con gusto los planes del Gobierno federal sin importar que tan benéficos sean para el estado. Y aunque en este caso los simpatizantes del gobernador atajan la crítica expresando que no puede pelearse con el presidente del país, parece que siempre queda conforme con los planes que tienen para tierras mexiquenses.

Las principales obras en la entidad son federales. Aeropuerto en Santa Lucía continúa.  El tren interurbano México- Toluca, herencia de la pasada administración federal parece que no tener fin.

En el Estado de México está prohibida la oposición, la orden para Miguel Sámano, líder de la fracción priista en el Congreso local parece clara, nada de levantar la voz, nada contradecir los planes de Morena y sus aliados y mucho menos criticar al gobierno federal.

El silencio y agachar la cabeza es lo que les queda, tampoco importa que ataquen al gobierno del estado. La orden es clara, silencio.

NATURALEZA Y DECISIONES POLÍTICAS JUEGAN EN CONTRA

“COMO ANILLO AL DEDO…” se repite con insistencia la frase cuando se trata de justificar los resultados de la actual administración.

Y es que ayer lo comentamos,

No habían pasado ni dos meses de haber tomado posesión de su cargo, cuando el gobernador tuvo que enfrentar un temblor que dejó daños considerables, casas y edificios edificios en ruinas, poblados sin comunicación.

Los nuevos funcionarios del gabinete no sabían que hacer, no tenían ni la más remota idea de cómo actuar. Así que la respuesta de parte del Gobierno tardó en llegar y poco efectiva.

Pasaron varios meses para reponerse, incluso todavía no ha sido posible reconstruir todas las escuelas, por ejemplo.

Luego del temblor, la economía empezó a caer, el gabinete económico empezó a cambiar, los funcionarios iban y venían. Aunque parecía que tenían un plan para mejorar el sector, la parte administrativa era un caos.

Un secretario llegaba conocía la dependencia que debía encabezar, porque además se tiene que apuntar que la mayoría llegaba sin conocer el sector o tener relación con él. Pocas excepciones.

El pago de favores políticos fue más importante. En elecciones los primeros cambios, unos meses más tarde otra vez cambios.

Sedagro, Desarrollo Económico, Turismo, Trabajo, eran las dependencias favoritas para hacer cambios.

El resultado, la economía claramente se hundía, buscaban cualquier indicador que tenían al alcance para justificarse. Incluso llegaron al grado extremo de decir que la economía iba bien porque un par de calificadoras internacionales les mantuvieron el estatus de confiable a sus finanzas. Nada que ver una cosa con otra.

El Dictamen Único de Factibilidad ha sido un dolor de cabeza y un trámite que ha sido el preferido para acusarlos de corrupción. No atinan que hacer con él. Inexplicablemente se lo quitan a Sedeco, lo pasan a Desarrollo Urbano, lo pasan a Justicia y Derechos Humanos y lo regresan a Desarrollo Urbano.

El trámite más importante y que ha provocado la huida de capitales e insisten en minimizarlo. No por nada el Congreso Local trabaja a marchas forzadas para eliminarlo.

Viene la pandemia y la economía se colapsa. Una economía que pasaba por uno de sus peores momentos en varios años y con la crisis sanitaria se viene a pique

Una elevadísima tasa de desempleo que rebasa el 7 por ciento; la industria, trimestre a trimestre registra bajas en el Índice de Actividad Económica, negocios cerrados, la informalidad por arriba del 70 por ciento en la entidad; baja la atracción de Inversión Extranjera.

Las pérdidas son multimillonarias si se suman todos los sectores productivos.

La respuesta oficial cuestionable. Descuento en un impuesto que de poco ayuda, créditos que poquísimos conocen y menos han usado, un programa de apoyo a desempleados que provocó más dudas que certezas.

No distinguían entre reactivación y recuperación de la economía.

VIENEN CAMBIOS, INEXPLICABLE LO QUE HACEN CON SEDAGRO Y TURISMO

El tema que ocupó a muchos ayer fue el relacionado con los cambios en el gabinete.

Muchas especulaciones y nombres. Pero parece un hecho que cambian a la titular de Sedagro. Ayer Rocío Díaz se despidió de los que fueran sus colaboradores. Una funcionaria que no conocía el sector y que le costó mucho trabajo integrarse.

De inicio fue difícil, pero no se puede decir que se la pasaba en la oficina, estaba de gira más tiempo que en la oficina, pero no le alcanzó.

Parece una burla que la cambien a tan sólo unos meses de nombrarla.

Lo mismo con Evelyn Osornio en Turismo. También era claro que no sabía nada del tema, aunque a diferencia de la titular de Sedagro, esta última se interesó más en la nómina y en hacer planes políticos.

Queda claro, el rumbo de la economía no está claro.