Por: Arturo Albíter Martínez
El comercio, servicios y turismo salvaron el indicador económico del Estado de México y no el sector de la construcción como dice Enrique Jacob, quien probablemente tenga “otros datos”
El sector secundario o la industria tiene seis trimestres a la baja hasta el último de 2019.
Comentario del día: El edil de Zinacantepec y lo que parece su corta carrera política; prefiere un buen sueldo sin importar que en su partido lo impidan.
Muchos datos por analizar luego de conocer el Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal en el Estado de México y el principal más allá de que por primera ocasión en un año se creció marginalmente, es necesario explicar que ese resultado se debe a las actividades relacionadas con el comercio, servicios y turismo.
Pero también es necesario exponer que ese crecimiento es apenas un logro “pequeñito” porque en el acumulado anual del 2019, el Estado de México es el penúltimo lugar ya que decreció su economía en 2.1 por ciento, lo que habla del pésimo momento por el que atraviesa este sector desde hace más de un año.
Ayer comentamos que en el último trimestre y gracias a la acción del comercio y servicios que hicieron esfuerzos para que se moviera capital en este sector. Es necesario destacar que junto con la Ciudad de México se cuenta con el mercado interno más grande del país, incluso de varios países de América Latina, en esta zona vive más del 21 por ciento de la población nacional.
Por lo general las actividades terciarias son las que de alguna forma le daban estabilidad a la economía en la entidad, pero desde el último trimestre del año pasado las cosas empezaron a cambiar.
Ese fin de año del 2018 se creció marginalmente, apenas un 0.3 por ciento, algo que parecía inaudito, ya que el cierre anual debe ser el mejor para este sector. Aun así el 2018 lo terminó con un acumulado de 3.2%
Pero en el 2019 las cosas empezaron a cambiar y mucha culpa tuvo la mala organización gubernamental en torno al Dictamen Único de Factibilidad. Así para el primer trimestre, el comercio, servicios y turismo bajaron a -0.5%, eso no se veía desde hace más de diez años, al menos.
Para el segundo trimestre la caída se hizo más profunda, a -1%. Si con la caída del primer trimestre no se daba crédito a lo que sucedía en la economía estatal, para el segundo menos, dos trimestres consecutivos con números negativos, un indicador menos probable.
En el tercer trimestre, de nueva cuenta números negativos, esta ocasión de -0.6%. Tres trimestres igual y lo peor del caso es que para el Gobierno del Estado, no le parecía un problema. Es correcto al afirmar que la administración estatal no puede hacer nada para intervenir directamente, pero si es el responsable de fomentar la economía y uno de los problemas venían precisamente de esta instancia.
Debido a ese comportamiento, en el análisis parecía que al final del 2019 las cosas no podrían ser diferentes, pero tal como lo tenían previsto algunas organizaciones del Consejo Coordinador Empresarial, el sector iba a crecer y lo hizo muy por arriba de lo estimado.
El 2.3% que registró le alcanzó incluso para mover el indicador al terreno positivo en el concentrado anual, ya que alcanzó un 0.1 de crecimiento, que luego de tres trimestres en números negativos ya es algo.
Y aunque esto es lo más claro del indicador en el ITAEE, para el secretario de Desarrollo Económico la situación es totalmente diferente, en una entrevista con el columnista José Alam Chávez de Callejón Informativo, el funcionario afirma que el alza marginal de ese trimestre se debe al comportamiento que tuvo el sector de la construcción.
Explicó que la economía en la entidad se ha visto afectada por el pobre desempeño del sector de la construcción y la cancelación del Aeropuerto Internacional en Texcoco. Pero que gracias a la construcción de la terminal aérea que se levanta en Santa Lucía entonces se reactivaba el sector.
Así que para el funcionario el crecimiento que registra el ITAEE del tercer al cuarto trimestre y por lo cual la entidad se convierte en una de las pocas que crecieron, refleja el aliento del sector de la construcción.
Vale recordar que este sector en la entidad es una de los más afectadas y durante todo el año pasado y hasta este momento pasan tiempos críticos principalmente por la falta de obra, tanto del gobierno federal como el estatal. Y los 500 millones de pesos que se anunciaron para infraestructura los van a gastar a lo largo del año.
A menos que el secretario, Enrique Jacob tenga “otros datos” que muy pocos deben conocer, entonces parece errónea su afirmación. Porque al menos los indicadores dicen otra cosa.
COMENTARIO DEL DÍA: EDIL DE ZINACANTEPEC Y SU JUGOSO SUELDO. CUANDO UNA CARRERA POLÍTICA NO TIENE MUCHO FUTURO.
Para nadie es un secreto que muchos presidentes municipales ganaron en las pasadas elecciones debido al efecto que causó Andrés Manuel López Obrador, el voto a favor de Morena fue en cascada sin detenerse a pensar si eran una buena opción o no.
Empresarios del Valle de México se han quejado de la actuación de algunos que gobiernan en aquella zona, ya que no han cumplido las expectativas que se tenían de ellos.
Pero en muchas zonas de la entidad ocurre lo mismo y es que vamos en el segundo año de gobierno y parece que varios suponen que no tienen mucho futuro.
En Zinacantepec ganó el efecto AMLO, el edil Gerardo Nava está enfocado en tener un mejor sueldo sin importar que sea una demarcación eminentemente rural y emparejó sus percepciones a las de otros que tienen características diferentes.
Entre las primeras medidas que dio a conocer la actual administración federal fueron las relacionadas con la austeridad y para empezar quedó claro que nadie debía ganar más que el Presidente.
Pero eso no era todo también debían recortarse el sueldo, pero o esa instrucción no llegó a este municipio o de plano hicieron oídos sordos, porque Gerardo Nava es de los pocos que gana por encima de lo que recomienda el Consejo Consultivo de Valoración Salarial, donde se establece que su salario no debía rebasar los 81 mil 166 pesos.
Así que percibe 129 mil 420 pesos al mes y gobierna un municipio en el que habitan cerca de 190 mil personas.
De acuerdo al tabulador debía ganar poco más de 118 mil pesos, pero pues todo parece indicar que no le parece suficiente y lo rebasó nada más por 11 mil 664 pesos, que seguro al funcionario le parecen poco, pero que muchos no los ganan en varios meses.
Un trabajador que gana el salario mínimo debe laborar poco más de tres meses para ganar esos 11 mil pesos que se subió el alcalde.
El salario es sólo un aspecto, señalamientos en su contra no paran, pero cuando sabes que en la política ya no tienes futuro…
