La música de las esferas
IMPULSO/Javier Hernández El Abuelo
Cuando aquel charro les grito; ahí va la neta, con este dancing yo los vengo a alivianar.
“Charrockanrol”. Botellita de jerez.
El multifacético músico, escritor, fotógrafo, periodista y antropólogo fundador e integrante de La Botellita de Jerez Armando Vega Gil presentó en 2016 su libro No. 31 “La Música de la esferas”, relata varias facetas de su vida, en su mayoría cuentan su relación con la música desde pequeño.
Para los pitagóricos cuando los planetas giran alrededor del Sol hacían música y si haces la suma de todas estas músicas llegas al silencio absoluto, así se definía a la música de las esferas.
Se trata de una serie de cuentos y crónicas autobiográficas, muy emotivas y melancólicas que podrían ser tomadas como contra parte del Diario íntimo de un guacarroquer libro con lenguaje muy violento y pornográfico.
Algunos de los relatos que conforman el libro son; “Cri Cri en el tren de media noche” en el que narra su encuentro con Francisco Gabilondo Soler y como el compositor de canciones infantiles le dio sabios consejos que le cambiaron la vida en cuanto a dedicarse a la vida artística, tal vez los jóvenes no lo sepan pero para quienes crecimos en las décadas de los 70s y 80s en el periodo de infancia en pre-primaria todo era musicalizado por el “Grillito cantor”.
“Tom Waits y un responso por Manuel Ahumada” en donde cuenta su relación con su amigo el monero Manuel Ahumada (qepd) y la canción In The Neighborhood de Tom Waits y nos describe de manera muy amena y puntual el ritual que era hasta hace algunos años ir a comprar un disco; “Ir en metro y camión a la tienda especializada para gastarse, de un solo bofetón, el medio sueldo de la semana en un acetato importado desde Estados Unidos o Alemania y escuchar la presa de la caza sonora en un aparato estereofónico estorboso y chirriante (herencia de la tía solterona), oler el cartón de la portada después de rasgar su panza de celofán, limpiar con un trapo especial el plato, depositarlo en el tornamesa como si fuera una hostia bautismal en la lengua del pecador, aterrizar con cuidado la aguja en el surco madre giratorio, y comenzar a escuchar con atención”.
“Responso por un guitarrista muerto” donde pone sobre la mesa la historia de una época muy importante del Rock mexicano, con dos de sus más grandes exponentes:” Rockotitlan” y “Arpía” banda de Cecilia Toussaint y se enfoca en la historia personal con su amigo José Luis Domínguez guitarrista de esta mítica banda de los años ochenta.
También nos platica cómo obtuvo sus primeros, bajo, guitarra y cello, cómo llegó al ukulele. Sobre su enfermedad tinnitus nos relata en “Con la música por dentro”; hasta llegar al clímax en “Charrockanrol” en donde narra cómo se escribió la primera canción de la “Botella”
Cierra con un texto de la última tocada del Sergio Arau con la banda: “No te vayas Sergio Arau, Uyuyuy del bien y del mal no nos mates antes de estar de verdad muertos porque de aquí a la puerca eternidad que implica la muerte llevamos más, mucho más, de medio camino andado”, en el que deja en claro que a nadie le dolió más la salida de Sergio de la banda que a él.
Este libro representa una gran oportunidad para “entrarle” a la faceta de Armando como escritor y dar junto a él, un recorrido a través de una época trascendental para la historia del Rock nacional.
Armando Vega Gil. Ediciones B. 2016. México D.F.
Twitter @abuelo_1176