IMPULSO/Agencia SUN
Rusia
Así comienza La Marsellesa, himno de Francia: “Marchemos hijos de la patria, que el día de gloria ya llegó”.
Sí, volvió a llegar. Didier Deschamps sale a la conferencia con camisa nueva, tuvo que cambiarse por el aguacero que cayó durante la premiación. Poco le duró el gusto, no terminaba de sentarse cuando sus jugadores lo bañaron de nuevo.
“Son jóvenes y ganadores, se lo merecen”, dijo el técnico que entró en la historia por ser el tercero en ganar en la cancha y en la banca un título del mundo. “Estaremos en la cima del mundo por los próximo cuatro años”, enfatiza, cuando Pogba regresa y le vuelve a echar agua.
Ensalza a su equipo, a su cuerpo técnico y echa de lado a los que dicen que sólo es un tipo con suerte, “ojalá me dure mucho más”.
Los franceses tardan en salir de su vestuario. Después, pasan de largo. Thomas Lemar lleva un sombrero de charro: “Porque es bueno”, explica en un pobre español, mientras que Antoine Griezmann le mandó un mensaje al mexicano Carlos Vela: “Huevos, cabrón, chinga tu madre [en tono de broma]. Un saludito a Carlitos Vela”, su ex compañero en la Real Sociedad. Además salió ante la prensa con una bandera uruguaya, “nos vemos ahí en diciembre”.
