IMPULSO/Agencia SUN
Ciudad De México
El primer paso del Guadalajara en el Apertura 2018 fue un tropiezo. Doloroso debut para el nuevo pastor José Saturnino que no libró la mordida de unos contundentes Xolos (1-2).
El Rebaño trató de imponer condiciones antes de que la jauría se soltara de sus cadenas. Isaac Brizuela fue el primero en tocar a la puerta de un exigido Gibrán Lajud; sin embargo, la otra cabaña resguardada por Raúl Gudiño también sufrió asedio, pero la notable labor del nuevo refuerzo de las Chivas fue fundamental para mantener limpia la red.
Así transcurrió el primer tiempo, sólo con intenciones y con los cancerberos como protagonistas.
La segunda mitad fue distinta. La labor arbitral que encabezó José Antonio Pérez Durán, y compañía, se complicó por la hostilidad de ambos conjuntos.
A los 53 minutos, en un tiro de esquina, Érick el Cubo Torres le puso medio gol con la cabeza a Juan Lucero, que finiquitó la intención con otro cabezazo y así abrir el marcador del estadio Caliente, el cual, se enfrió por ratos al notar que los tapatíos sacaron el bozal, para la igualada parcial. El valiente que se atrevió en callar a los Xolos fue un recién Josecarlos Van Rankin, fichaje del Guadalajara altamente criticado.
El ex lateral de los Pumas, que de inmediato se enfundó con la intensidad que un equipo con el linaje del Guadalajara requiere, se metió al área en un pase filtrado, para vencer a Lajud con un potente disparo a quemarropa, a los 59’.
Pero los de Diego Cocca no querían el empate. Y fue que la localía adquirió mayor fuerza con el ingreso del delantero estadounidense Rubio Méndez.
La presión se fue hacia las Chivas. Primero, en un susto por un gol anulado al Cubo Torres por fuera de lugar. Pero los fantasmas de la inconsistencia que tanto los aquejó en la campaña anterior con Matías Almeyda como técnico, revivieron con un segundo gol en contra, y de nueva cuenta en un tiro de esquina que fue peinado dentro del área y después anticipado a segundo palo por el uruguayo José Rivero, a los 74’. Con la derrota encima, los de Cardozo se exhibieron frágiles en lo mental. Desesperados como Michael Pérez. “El Tortas” perdió la cabeza en un choque con Omar Mendoza, a quien le propinó una patada de tarjeta roja directa, para agotar el reloj con un hombre menos y así firmar cinco juegos de Liga al hilo sin ganar.
