IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
Democratizar el espacio de la lectura, crear nuevas redes de distribución, consolidar proyectos que incorporen y consoliden lecturas juveniles, así como la reducción en el precio de los libros, son parte del proyecto editorial de Paco Ignacio Taibo II, gerente editorial, encargado del despacho de la Dirección General del Fondo de Cultura Económica.
El escritor de origen español presentó su proyecto al público en general en el Librería Rosario Castellanos, durante el conversatorio “Desde el Fondo“, reunión que se caracterizó por el diálogo ameno que Taibo II entabló con asistentes de todas las edades.
“Desde el Fondo tendrá la característica de absoluta informalidad. Los que esperaban trajes, corbatas y alfombras rojas, que los vayan a buscar a otros lados. Se trata de contarles qué vamos a intentar que pase”, dijo el autor.
La reunión comenzó poco después de las 20:00 horas de ayer, frente a una treintena de personas que se dieron cita en el Centro Cultural Bella Época, espacio que se fue llenando poco a poco, además de la gente que siguió la transmisión vía streaming.
El autor de “Sombra de la sombra” y “Cuatro manos” reiteró que la idea de fusionar el Fondo de Cultura Económica con la Dirección General de Publicaciones (DGP) y la red de Librerías Educal se hacía porque “hay duplicidades por todos lados: dos redes de librerías, dos aparatos editoriales, proyectos de fomento a la lectura por todos lados, a los que vamos a unificar, concentrarlos, darles lógica unitaria y abastecerlos”.
La fusión del FCE, paraestatal de la Secretaría de Educación Pública (SEP), con los organismos de la Secretaría de Cultura -Librerías Educal y DGP-, dijo, es un proceso del que desconoce cuánto tardará, pero que todo se hace con el objetivo de fomentar la lectura, algo que también se hará por medio de los “pactos unitarios” con instituciones de educación superior, estructuras regionales y universidades nacionales y locales.
“Soplan vientos nuevos en este país, el que lo ignore más vale que se cambie del periódico que está leyendo o la estación que está oyendo. Hay una oleada democrática recorriendo este país, toda mi vida he pensado que el libro es un área clave en cualquier proceso de democratización. Ganar un lector es abrir puertas al pensamiento crítico”, comentó el gerente editorial, encargado del despacho de la Dirección General del FCE.
Sin embargo, en el proceso de fomento a la lectura, Taibo II dejó en claro que el FCE no cubrirá espacios de la “educación formal”, pues son aspectos que debe trabajar la SEP, aunque lo que sí hará el sello editorial será trabajar “en la educación sentimental, en la educación informal, en la lectura como placer”, trabajo para el que necesitan recursos y voluntad.
Frente a público de todas las edades y personas que siguieron la transmisión desde otros estados como Oaxaca, Estado de México y Baja California, además de países como Colombia y Dubai; el autor indicó que también serían revisadas todas las coediciones que se realizan en el Fondo de Cultura Económica, pues “no puede operar como un lugar donde coeditas libros que no tienen viabilidad de lectores”.
Tras escuchar la gran cantidad de proyectos que se tienen contemplados para llevarse a cabo en la paraestatal, alguien preguntó si serían abiertas plazas para trabajar en el FCE, a lo que es el escritor contestó que no, sino todo lo contrario: “Estamos en una situación conflictiva, los recortes de Hacienda pegan al Fondo de una manera drástica. La reducción que se está planeando desde el aparato del Estado en todo el país nos afecta. Voluntarios sí (serán aceptados), sobre todo en los trabajos de fomento a la lectura”.
Los interesados para ser voluntarios en el FCE pueden pedir mayores informes a través de la cuenta de Twitter @FCEvoluntarios
, informó para luego finalizar el conversatorio “Desde el Fondo“.
La gente decidió acercarse para felicitar a Paco Ignacio Taibo II, pedirle un autógrafo o una fotografía; sin embargo, la reunión no terminó sin que el escritor refrendara su punto de vista sobre la lectura.
“El libro que te ordenan leer en la escuela trae una carga negativa, es algo asociado con castigos, y genera una respuesta tradicional de flojera y una vacuna contra la lectura, algo que tenemos que combatir con la lógica de que leer es divertido, apasionante, subversivo, porque leer es cualquier cosa menos aburrido”, subrayó.