IMPULSO/ Redacción
Toluca
La sal es el condimento más utilizado en la alimentación diaria de las familias mexicanas, no obstante, su consumo excesivo ocasiona enfermedades cardiovasculares y renales, presentándose con mayor frecuencia en la población a partir de los 20 años de edad.
La licenciada Montserrat Vallejo Vilchis, especialista en Nutrición adscrita al Hospital de Gineco Ostetricia 221 del instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en la Delegación Estado de México Poniente, recomienda que la ingesta diaria de sal no sea superior a los seis gramos diarios, equivalente a una cucharada cafetera.
El consumo moderado de cloruro de sodio ayuda a mantener una buena hidratación en el cuerpo y mantiene el equilibrio de los ácidos en el organismo, además de favorecer la correcta digestión.
El aumento de sal en el organismo hace que la sed se intensifique y, como consecuencia, que el cuerpo retenga mayor cantidad de líquidos, ensanchando el volumen de los músculos e incrementando la presión arterial, ya que el trabajo del corazón se acelera.
