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De Shakespeare me hicieron los tamales, irreverente obra de teatro-cabaret

IMPULSO/ Edición Web
México
La violencia de género, la discriminación, el respeto a la diversidad sexual, la corrupción y la desigualdad social, entre otras temáticas como un cuestionamiento a la vida y a las problemáticas sociales y políticas de la ciudad y del país, son abordados desde la mirada de los de abajo, en forma divertida y vertiginosa, en una irreverente adaptación de las obras de William Shakespeare por la compañía Cabaret Misterio.

De Shakespeare me hicieron los tamales es el nombre de la propuesta escénica de la autoría y dirección de Andrés Carreño, quien desde las obras cumbres de la literatura universal: Romeo y Julieta, El Rey Lear y Titus Andronicus, hace hablar al pueblo, en el Foro A Poco No, de la calle de República de Cuba 49, colonia Centro Histórico.

En las voces de tres personajes: el tamalero Willy Mazorcas, su hermana la empleada doméstica Torbellino de limpieza y el plomero Agüitas, en compañía de un músico ciego, ofrecen un relato detallado de diversos momentos de la política local y nacional.

“Es burlarse del teleférico de Ecatepec, de todas las cosas que nos han propuesto y proponen. Qué ahora sí vamos a estar mejor y ahora sí nos van a cumplir. Es burlarse de eso, de todas las veces que creemos en lo que nos dicen, y sobre todo de burlarnos o de hacer mirarle a la gente de que el cambio no es sólo en uno, y es personal”.

Las historias del barrio, la edificación de grandes obras urbanas como la inauguración de un teleférico que los alejará de la marginación y la pobreza, así como las anécdotas de su relación cercana y casi íntima con sus patrones son el sustento de la narrativa.

Los sucesos llevados a la vida real podrían pensarse que son pura y mera especulación, donde la ficción supera la realidad, y donde se reflejan nombres y personajes políticos, algunos no tan gratos para la vida pública.

“La propuesta es venir hacer catarsis de lo que nos sucede, ver a esos personajes que dicen no me alcanza para vivir para nada y trabajo y trabajo y ver que hay otros que no trabajan nada y vienen en Londres, Inglaterra”.

En su opinión reírse de la tragedia es una manera de sobrevivir y de buscar un cambio, “porque la risa nos da esperanza, nos hace aligerar la mente y pensar en cosas nuevas, nos hace pensar que las cosas pueden cambiar si nos unimos. Si nos hundimos en el llanto no vemos futuro”.

Las tragedias de Romero y Julieta, El Rey Lear y Titus Andronicus se transforman en Romeo y Julietito, dos chicos de bandas distintas que se aman y pese a la prohibición de sus padres contraen nupcias. Es una defensa a la libertad sexual entre las personas del mismo sexo, “porque en el siglo XXI ya sabemos que los homosexuales, también son personas”.

Don Liar, es un anciano jubilado que se enriqueció como político sin trabajar, que hizo estafas maestras y robó, cayó en desgracia tras desheredar a una de sus hijas y vivió entre lujos durante la vejez de las tres jugosas prensiones laborales que obtuvo como aviador.

Don Titus, el rey de la basura, es una historia de sangre, impunidad y de desaparecidos, hechos que no se presentan en un país como el nuestro.

Las tragedias se cuentan en un puesto de tamales, a la hora del lavadero, de sacar la ropa sucia y explotar el chisme, sin morbo, con la pura inocencia de quienes son pobres de dinero, pero no de espíritu. De quienes pese a la adversidad, del derrumbe del teleférico, el socavón y una lista interminables de políticos corruptos, continúan adelante.

Un número musical abrió la escenificación, cuya letra expone que las historias no son de ficción, y “las aventuras y suceso de muerte y de pasión, son como los tamales, de mole, dulce y chicarrón, para mal, tamal, y para todo bien, también”.

Los sucesos hacen cuestionarse a los personajes en qué país viven o vivimos, y en qué país están o estamos construyendo, para concluir que el cambio se logra con la unión, es la fuerza para determinar “basta con tanta tranza” y “dejen de robar”.

De Shakespeare me hicieron los tamales se presenta hasta el 24 de junio, los viernes a las 20:30 horas, sábados a las 19:00 y domingos a las 18:00 horas, en el Foro A Poco No de la calle de República de Cuba 49, colonia Centro Histórico. Información: AAD/ CONACULTA

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