La causada por alcoholismo es la más frecuente en la población de nivel socioeconómico bajo.
Guadalupe Rosas Suárez/Toluca
La cirrosis hepática ocasionada por alcoholismo es más frecuente en la población de bajos niveles socioeconómicos; el 30% de los pacientes que ingresan al Hospital General “Dr. Nicolás San Juan” de Toluca, son por esta causa y, lamentablemente, por la pandemia disminuyó la atención y vigilancia a ellos, por lo que aumentó la descompensación de la enfermedad.
Al respecto, el doctor Víctor Lee Eng Castro, especialista en medicina interna del Hospital General “Dr. Nicolás San Juan”, explicó que la cirrosis es una enfermedad no infecciosa que ocasiona insuficiencia hepática crónica y, aunque podría tener otras causas, la principal es el alcoholismo, lo que provoca que se requiera atención hospitalaria con frecuencia.
Subrayó que la prevalencia de la enfermedad como tal se ha mantenido, sin embargo, por la reconversión de los hospitales y dada la demanda generó la pandemia del Covid-19, ladescompensación de la cirrosis hepática sí se incrementó mucho, porque se dejaron de atender estas enfermedades a nivel hospitalario.
“Se redujo la vigilancia, el tratamiento se vio mermado y eso condicionó que los pacientes, en cierta forma, por falta de atención y medicamentos tuvieran mayores episodios de descompensación de la enfermedad”.
El doctor Víctor Lee recordó a la población que la cirrosis hepática es una enfermedad que no es curable y a la larga condiciona la muerte de los pacientes, lo cual no ocurre con las enfermedades hepáticas de tipo infeccioso como es la hepatitis A y B que son reversibles.
Además, pidió tomar en consideración que el etilismo es una problemática que está arraigada en el país y más en las poblaciones de bajos ingresos. Ahora con la pandemia, al quedarse sin trabajo o tener que estar condicionados a estar en casa, el confinamiento mismo hace que la gente consuma más alcohol.
Inclusive, mencionó que en algunos hogares ha llegado a ser una situación que no se puede controlar, desafortunadamente, muchos pacientes desarrollaron la enfermedad del alcoholismo y, por consiguiente, en corto o largo plazo podrían adquirir la cirrosis, la cual insistió es un padecimiento frecuente en los hospitales de población abierta.
Asimismo, refirió que las enfermedades hepáticas, por el nivel socioeconómico que tenemos en México, son comunes. Por fortuna, la mayoría de estas patologías, son prevenibles en gran medida. De ahí, que se puede trabajar en la prevención para tratar de evitar la aparición, el desarrollo y complicaciones de las mismas.
La cirrosis es una enfermedad que no es curable y a la larga condiciona la muerte de los pacientes.
