IMPULSO/ ANTONIO SANDOVAL/ Alto Nivel
México
La onza de oro alcanzó apenas la semana pasada niveles cercanos a 1,430 dólares, su nivel más alto en prácticamente 5 años ya que no se observaban precios similares en dicho activo financiero desde mediados de agosto de 2015.
En los mercados financieros la tendencia alcista se profundizó a finales de mayo, aunque no se esperaban estos niveles en una época en la que las vacaciones de verano teóricamente disminuyen la demanda de instrumentos financieros físicos como la onza de oro, pero algo ha sucedido que “disparó” las cotizaciones.
Esta trayectoria del oro ha llevado a que su ganancia en el año ya se ubica en doble dígito, al cierre de este lunes en los mercados internacionales la onza del metal áureo tiene una ganancia de 10.14%; en los mercados mexicanos ha sido más rentable hasta el momento invertir en oro que hacerlo en dólares o en instrumentos de renta fija, así como en la mayoría de las acciones que conforman los índices accionarios de los mercados de renta fija. Para decirlo en otras palabras: la onza de oro es, sorpresivamente, una de las inversiones más rentables del año en México y en otras partes del mundo, aunque también de mucho riesgo porque como sabemos, así como sube puede bajar inesperadamente.
Las causas del incremento del metal amarillo
Dos causas son las que explican el ajuste alcista del metal dorado en los mercados financieros globales, uno está ligado con la geopolítica y otro con las finanzas mundiales. En cuestión de geopolítica, recordemos los conflictos interminables en zonas petroleras como la península arábiga y el medio oriente.
Recientemente arreciaron los conflictos y amagos entre Estados Unidos e Irán, los analistas consideran que no pasarán más allá de los dimes y diretes, pero los grandes fondos siempre que observan estas cosas piensan que no está por demás cierto porcentaje de cobertura y el oro es un activo más que diseñado para eso. Es paradójico que ahora que las tensiones en la península de Corea bajaron al mínimo, la onza de oro subió de forma relevante, esto no es sino reflejo de que en el mundo existen no uno sino muchos puntos de fragilidad que pueden alterar el orden global en cualquier momento.
En materia de finanzas mundiales sabemos los riesgos que existen en la economía global, con un crecimiento moderado en la inmensa mayoría del planeta. Aunado a ello, han resurgido temas como la guerra de divisas, y con ellos eventuales ajustes en tasas de interés por parte de economías tan importantes como la de Estados Unidos, Europa, Japón y China. La disminución de rentabilidades es muy probable, los riesgos financieros se incrementan y nuevamente los grandes fondos de inversión, así como los inversionistas que actúan por su cuenta, toman cartas en el asunto.
La gran pregunta es: ¿continuará la tendencia del oro?, lamentablemente es muy difícil de responder dicho cuestionamiento, como todo lo relacionado con las finanzas, existen tendencias, análisis y estimaciones, pero nunca hay nada certero.
¿Qué dice el análisis sobre el precio de la onza de oro?
Para los especialistas en temas relacionados con la trayectoria de la onza de oro, la clave de lo que sucederá en los próximos meses es desde luego el entorno financiero global, pero sobre todo la forma en la que el mercado tomará dichas acciones, de modo que no rebase el precio con fuerza desmedida los niveles de 1,480 dólares por onza. Pero incluso si los rebasara, lo relevante está en que la fuerza alcista no lleve las cotizaciones más allá de 1,520 dólares a dicho activo.
Desde hace poco más de seis años la onza de oro no cotiza arriba de este nivel y de rebasarlo estaría dando señales de mayores incrementos, hasta un objetivo de 1,800 unidades, que es su precio más elevado registrado en la última década. En este contexto, para los analistas la clave de lo que sucederá con el precio de la onza de oro está más que en el entorno geopolítico, en lo que suceda con la economía global los próximos meses, especialmente con las tasas de interés y esta nueva versión de la guerra de divisas.
Cuidado con los riesgos
Como señalamos, las inversiones en oro son altamente riesgosas; por un lado está el manejo físico del activo, a menos que se adquiera por medio de un certificado, o se pague a una institución para mantener su resguardo. Por el otro lado está el hecho de que no obstante la inesperada trayectoria alcista del mercado, lo cierto es que los precios actuales no han roto ningún parámetro relevante y su llamativa ganancia obedece a que en realidad los precios estaban muy bajos, hace apenas tres años la cotización parecía que rompería el piso de 1,000 dólares por onza. Lo riesgoso es que, así como subió, puede bajar, y el piso significaría fuertes pérdidas para quienes le apuestan. FUENTE: NIVEL UNO