IMPULSO/ Agencia SUN
México
En la novela El espíritu de la ciencia ficción, el célebre escritor chileno Roberto Bolaño recrea el ambiente mexicano que lo formó. Se trata sin duda de un autor callejero y seguir sus pasos es la mejor manera de entrar a su obra.
De la Guerrero a Bucareli, esta obra reivindica una ciudad bohemia, ruidosa y llena de vida. Distrito Bolaño es el nombre del recorrido que el ciclo Visitas literarias tendrá, bajo la coordinación del cronista argentino Leonardo Tarifeño, el domingo 12 de agosto a las 10:00.
El punto de encuentro será entre las calles República de Argentina y Donceles, en el Centro Histórico, informó el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) en un comunicado.
En entrevista, Leonardo Tarifeño comentó que “ciertos ambientes específicos, como los del Centro Histórico, pusieron a Bolaño frente a frente con quienes tenían una historia personal que contar, algo que el autor de Los detectives salvajes valoraba incluso más que la capacidad de expresión literaria.
Para Bolaño, la Ciudad de México no era una escenografía; se trataba, más bien, de un organismo vivo que nutría su imaginación y lo invitaba a transformarse en uno de sus grandes narradores”.
Algunos de los personajes de los libros de Bolaño están basados en personas reales con las que convivió, y los escenarios de sus novelas pertenecen a lugares concretos donde el autor creció, se enamoró y aprendió a contar y escuchar historias.
Como ocurre en varios de los textos emblemáticos de Bolaño, la Ciudad de México es una de las protagonistas de El espíritu de la ciencia ficción, una de sus novelas póstumas.
“Del Centro Histórico a Mixcoac, pasando por Bucareli y Peralvillo, el despliegue urbano de sus páginas define la sensibilidad del narrador. A medida que el narrador descubre la ciudad, se descubre a sí mismo. Este doble viaje iniciático le otorga a nuestra capital una relevancia sentimental y literaria que Bolaño –tal como demuestra este libro– no olvidaría jamás”.
Bolaño fue autor de novelas ambiciosas como Los detectives salvajes y 2666, y fue a partir de Estrella distante que dio un salto de calidad y potencia narrativa que lo distancia de sus primeros títulos, señaló Tarifeño.
“Sin embargo, creo que esos viejos libros menores representan, en contraposición a sus obras más representativas, una buena puerta de entrada para el lector interesado”. Por ello, si él tuviera que recomendar un título del chileno a un primer lector de su obra sería la novela policial La pista de hielo, y si pudiera agregar otro, incluiría La literatura nazi en América, y luego sus volúmenes de cuentos.
La pronta desaparición de Bolaño lo convirtió en leyenda y, a decir de Tarifeño, cuesta saber qué tan justo ha sido ese destino personal, por lo cual considera que es posible que a su alrededor exista un malentendido.
No obstante, “más allá del impacto cultural de su figura, ahí están sus libros. Creo que redescubrirlo, como vamos a intentar hacerlo en el paseo Distrito Bolaño, nos va a acercar más a su figura que a su mito y, por lo tanto, podremos entenderlo en su justa dimensión, que sin dudas es la de un narrador mayúsculo, quizá el más importante de la lengua después de la literatura del boom”, concluyó.