IMPULSO/Gabriela Ríos Granados
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El Presupuesto de Egresos refleja el plan de trabajo del gobierno entrante y sus prioridades. Aunado a las expectativas que los compromisos hechos en campaña y las consultas realizadas por el nuevo gobierno generaron en la ciudadanía. El financiamiento de los principales proyectos del sector central, entre los que destacan la creación de cien universidades, el Tren Maya y programas como el de Bienestar para Adultos Mayores, ha dejado al descobijo otros rubros que protegen derechos humanos como la educación superior o el medio ambiente. Bajo este telón de fondo, encontramos recortes importantes, como a la UNAM (más del 6%) o al CONACyT (2299 millones de pesos). El gobierno, al decidir no incrementar impuestos ha tenido que pasar el dinero público de un lado a otro. Los números están ahí.
Pero detengámonos un momento en la UNAM, el dinero público invertido en ella ha rendido frutos y al parecer ahora se le está castigando, en este año avanzó 9 lugares (113) y ocupa el segundo lugar a nivel iberoamericano de acuerdo con QS World University Ranking 2019, no hay explicación alguna para recortar sus recursos.
Un dato histórico a celebrar es que, después de varios años de subestimar los ingresos federales, finalmente se estimaron ingresos reales en el Paquete Económico, y en congruencia con este dato se calculó un gasto neto total de 5814.3 mil millones de pesos, ello disminuirá la práctica recurrente de aplicar un presupuesto paralelo al aprobado por la Cámara de Diputados, lo que ayudará a reducir la gran discrecionalidad que tiene la SHCP.
Frente a este escenario conviene preguntarnos: ¿qué es la responsabilidad hacendaria? Significa que el gobierno deberá gastar el dinero público con base en la legalidad, honestidad, eficiencia, eficacia, economía, racionalidad, austeridad, y transparencia, tal como lo establecen la Ley y la Constitución.
Con la presentación del Paquete Económico a la Cámara de Diputados, se favorece la transparencia y la sinceridad presupuestaria en el plan de gobierno, puesto que contamos con la ruta crítica que ha marcado el gobierno federal; sin embargo, todavía no tenemos la película completa. El diálogo entre el Ejecutivo y el Legislativo apenas está por comenzar.
Esperamos una discusión legislativa a la altura de lo que México requiere, los ciudadanos tenemos la tarea de observar y seguir este debate para que no se creen nuevos programas, proyectos o fondos irregulares y sin reglas de operación por la Cámara de Diputados, dado que únicamente tiene facultades para modificar o corregir la plana del Ejecutivo.
En este punto los diputados tienen una labor cardinal, que será analizar a fondo y discutir los recortes que han llegado desde el Ejecutivo, estudiar su pertinencia y eficacia. Así como velar por una educación superior de calidad, un medio ambiente sano e incluso debatir sobre la conveniencia del incremento del 40% en comunicación social y publicidad.
Una vez aprobado el Decreto de Egresos convendrá preguntarnos: ¿cuáles son los desafíos que presentará este presupuesto? Para ello se deben considerar varios frentes, sin embargo, el gobierno federal tiene el reto más significativo, deberá ejercer con responsabilidad hacendaria los recursos que hemos aportado los ciudadanos. Pero esto solo lo sabremos hasta la revisión de la Cuenta Pública.