IMPULSO/ Ernesto Salayandia García
La celularmanía y otras adicciones
¿Qué es una adicción?
Es una sensación voluntaria e involuntaria que no se puede evitar, es una acción progresiva y tiene algunas características como la negación, es decir, muchos de nosotros no aceptamos tener algún tipo de adicción, es algo que no se puede controlar. Yo decía: “Ya no voy a fumar”, y a los cinco minutos estaba prendido del cigarro. “Juro que no vuelvo a tomar”.
Me comprometía cada vez que amanecía crudo, con la resaca de la borrachera de horas anteriores, y bastaba una sugerencia como “¿Un klamatito Don?”, ¿”Una cervecita, un pistito?”, y acreditaba que cae más rápido un hablador que un cojo.
Hay muchas adicciones que están a flor de piel de millones de personas y que no se dan cuenta o que no quieren reconocer, como el meterse en lo que no me importa, el tratar de corregir la vida de los demás, hay quien es adicto a dar consejos, igual, a decir mentiras, hay mitómanos al por mayor, maniaco depresivos o hipocondriacos, cuando no les duelen las pestañas, les duelen las uñas, otros más, se hacen adictos al sexo, establecen dependencias tóxicas y enfermas, muchos otros, a los aparatos electrónicos, pasan horas y horas prendidos frente a la computadora o al celular, no hay que olvidar a los adictos a la pornografía, a los videos y música satánica, adictos también a la santa muerte, en suma, todas las sustancias tóxicas y conductas destructivas.
El Facebook nuestro de cada día
Esta es sin duda, una fuerte adicción moderna que ha cobrado vigencia en los últimos cinco años.- El Facebook te acerca con amistades y familiares lejanos y te aleja de tu familia cercana.- En las escuelas cuando me dan la oportunidad de ir a compartir y dar el mensaje de vida, les digo a los niños.- Por favor, con toda honestidad, levante la mano quien pase de 4 a 8 horas o más pegado de su aparato celular o de los videojuegos, es impresionante el número de manos arriba.
Levante la mano quien conozca a una persona que consuma de una a dos caguamas al día. Son pocas las manos que se quedan abajo. Los niños son adictos a infinidad de adicciones, tanto a sustancias tóxicas como a actitudes negativas, y han encontrado en el Facebook, como los propios adultos, un escaparate de expresión de emociones, esperando la aprobación y la aceptación de los demás, muchas niñas, jóvenes y mujeres maduras son adictas a tomarse fotos en los baños y suben sus imágenes sin temor ni pudor.
Otras tantas se hacen adictas a quejarse o a promoverse como damas de compañía, en este juego, en el Facebook hay adictos como moscas en un plato con flan, y si tú eres una persona que depende del Facebook para hacer tu día, te reto, ciérralo por un mes, ya podrás decirme si pudiste lograrlo o no.
Causal de divorcio
Hombres y mujeres, juegan al “chicle pega”, casados se tiran la onda con amiguitas que estuvieron juntos en el cunero del hospital donde nacieron, compañeros del kínder y de otras instancias educativas, viejos novios o también personas nuevas que intercambian un lenguaje coqueto, sensual y por demás sexy.
La infidelidad y la adrenalina a todo lo que da, llegar a la cama y tener un sexo fresco con alguna persona ajena a tu pareja, representa toda una aventura, éstas relaciones, éstas adicciones, tienen emoción, creatividad, sentido del humor, mentiras y un auto engaño total, muchos llegan al cuarto de un hotel y se llevan una total decepción, hay un mar de mentiras en Facebook, pero otros, encuentran a su media naranja y dejan a su limón agrio, la permanencia en el chat, despierta una celotipia infernal, genera, por supuesto, justificaciones y mentiras, que al final del cuento, ocasiona el rompimiento de la pareja.
Muchos, ellos y ellas, prefieren el diálogo electrónico que estar en la cama haciendo el amor con su pareja o de perdis, viendo una buena película; esta adicción genera daños emocionales y existenciales, igual, como la mayoría de las adicciones.