Septiembre 27, 2024
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De adicto a ADICTO

IMPULSO/ Ernesto Salayandía García

Testimonio, del libro Camaleón

Una de mis heridas del alma, es el abandono < Mi vida de niña fue muy dura, mi mamá fue madre soltera, cuando el que es mi papá se dio cuenta de que mi mamá estaba embarazada, la abandonó, cuando nací mi mamá decepcionada me dejó con mi abuelita y se fue con otro hombre, me crié con mis abuelos, mi abuelo era alcohólico y mi abuela, agachona, sumisa, dejada; eran muy humildes y ahí recalaban todas mis tías, cada vez que se divorciaban.

 

Iban ahí con todo y lepes, con todos mis primos, batallábamos mucho porque solo había dos camas, yo me acostaba con todos mis primos, yo los veía como mis hermanos a todos mis primos, se peleaban para dormir junto a mí, mi primo Julio, me tocaba y me penetraba a la edad de 6 o 7 años, me gustaba dormir con él, pero eran cuatro  hombres y yo de mujer, mi primo Lalo trabajaba en Soriana y él se iba primero, mi primo Junior trabajaba en un desponchado y Julio no me acuerdo dónde trabajaba.

Junior me dejó la llave con mi abuelita, la casa estaba sola y cuando entro a la casa, agarro la escoba y me pongo a bailar, al mucho rato, sale mi primo Julio sale debajo de la cama, estábamos chavalillos, él me llevaba como ochos años, me agarró, me tumbó y me penetró y siento la penetración, porque su pene ya estaba más grande, él me amenazó diciéndome que si le decía a mi abuelita, él me iba a echar la culpa, toda esta violación fue desde los 6 hasta los 10 años, más o menos cinco o seis años por ahí. 

Como me crié con mi abuelita nadie me cuidaba me levantaba greñuda y lagañosa, no me preocupaba por lavarme la cara o asearme, en lugar de irme a la escuela, me metía en una tapia y me quedaba dormida en un colchón, y había un vecino que me veía siempre, hasta que un día llegó Sergio, me gustó y comencé a tener relaciones seguido con él, ya para ese entonces yo iba en cuarto año de primaria.

Abusada sexualmente por el padrastro

Mi abuela me cuenta que cuando yo empecé a salirme del huacal, me dijo que mi mamá me llevó con ella, yo no me explicaba por qué, mi padrastro, me abrazaba y me abrazaba y en esos abrazos restregaba su miembro a mi cuerpo, yo nada más le decía a mi mamá, dile que me suelte y no me hacía caso, entonces mi abuela vivía en Villa nueva y mi mamá en La Cuchilla, por la curva.

Yo quería ser secretaria, mi padrastro tenía una refaccionaría, ellos vivían en casa de la mamá de él, me acuerdo que su escritorio estaba enseguida de la cama, mi mamá se acostaba y él me decía que le ayudara a hacer cuentas, y me gustaba, siempre me gustó la escuela, yo me le sentaba en sus piernas y él tóqueme y tóqueme las piernas y metiendo las manos en mis partes.

Víctima de la violencia y brutalidad de un hombre

Me metí a trabajar a una maquiladora, falsificando mi acta de nacimiento y ahí en la maquiladora me hice amiga de una compañera que era una Cholilla que se llamaba Reina y ya con ella, los viernes nos íbamos al Montana, en el mero centro de la ciudad, me gustaba mucho bailar y empecé a conocer salones de baile y en el Terraza Plaza Jardín.

Conocí a un muchacho, Iván, me encantó por su forma de bailar y resultó que era un gallo bien jugado, él ya estaba muy dañado, con él empecé a fumar más marihuana, nos salíamos del baile y nos íbamos a enfrente, donde había un cuartito, era un cuarto feo, mal oliente, sucio, él muy desaseado, barbón, sucio y ahí se juntaban varios viciosos, yo no faltaba los viernes, sábados y domingos, y poco a poco me metió más y más a ese cuartito.

Él se inyectaba heroína, fumábamos mucha marihuana y un día el me compartió y me inyecté, él se ponía muy cariñoso conmigo, yo tenía como quince años y él me trajo al centro a prostituirme, ahí me dejaba sentada con una señora que le decían Chita y él me decía, ahorita vengo, luego llegaban los señores a negociar, no entendía, hasta que Chita me explicó, yo le decía que yo quería mucho a Iván, tanto que abandoné a mi Hijo, pero caí.

ernestosalayandí[email protected]

: Y así empecé a prostituirme, en aquel tiempo él era mi patrón, me golpeaba, me daba mis chingadazos y me quitaba todo lo que ganaba.

 
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