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Miami
El gigantesco huracán Irma fortalecido el domingo impacta con fuertes vientos en las islas del sur de Florida, donde 6.3 millones de personas recibieron una orden de evacuación, luego de provocar inundaciones en el norte de Cuba y dejar 25 muertos en el Caribe.
Miami y varias localidades del sur de Florida se encuentran bajo toque de queda.
El ojo del ciclón, ahora en categoría 4, azotaba la cadena de islas con intensas rachas de viento de hasta 215 km/h, anunció el Centro nacional de huracanes (NHC) hacia las 07 horas locales (11 horas GMT).
“Esta es un situación extremadamente peligrosa y potencialmente letal”, dijo el Servicio meteorológico nacional (NWS) en Cayo Hueso, urgiendo a quienes desoyeron las alertas de evacuación a buscar refugio “ahora para proteger sus vidas”.
“A TODOS EN LOS CAYOS DE FLORIDA… ES HORA DE BUSCAR REFUGIO”, advirtió el NWS.
“LOS PEORES VIENTOS ESTAN POR LLEGAR”.
Las ciudades de Naples, Fort Myers y las densamente pobladas penínsulas de la bahía de Tampa (oeste de la península de Florida), enfrentan la amenaza de olas de hasta 4,5 metros, suficiente para cubrir una vivienda.
“Esto va a ser horrible”, dijo el gobernador de Florida Rick Scott a la cadena NBC en la mañan del domingo. “Ahora tenemos que refugiarnos y cuidarnos entre nosotros”.
Mas de 430 mil viviendas y comercios estaban sin electricidad, principalmente en el sur de Florida, según la empresa Florida Power and Light, que anuncio que había puesto “fuera de funcionamiento en forma segura” uno de los dos reactores nucleares de su planta en Turkey Point.
Estados Unidos recibe ahora este poderoso huracán.
Unos 6.3 millones de habitantes, más de la cuarta parte de la población de Florida, recibieron la orden de evacuación, dejando detrás ciudades fantasma.
El archipiélago de Los Cayos es particularmente vulnerable a la subida del nivel del mar por su baja altura.
El NHC advirtió que se esperan “tormentas que pongan en riesgo la vida en Los Cayos y la costa oeste de Florida”.
La localidad de Fort Lauderdale, a 50 km al norte de Miami, sufrió un tornado. Las autoridades emitieron advertencias por este fenómeno en varios condados.
‘Debes irte ahora’
“Nuestro estado nunca ha experimentado nada de esta magnitud”, aseguró el gobernador de Florida, Rick Scott.
El trayecto del huracán ha cambiado ligeramente y parece que se inclinará más hacia la costa oeste que hacia la costa atlántica, pero el ciclón es tan ancho que se anticipan destructoras tormentas en ambas costas.
“La amenaza de grandes inundaciones causadas por las olas en las costas este y oeste de Florida ha aumentado”, advirtió el gobernador.
“Puede cubrir su casa (…) No sobrevivirá a la subida de las aguas. Si le han ordenado evacuar, debes irse ahora”, advirtió a la población.
La turística Miami Beach parecía el sábado una “ciudad fantasma”, según el alcalde de esta localidad costera de casi 100.000 habitantes, Phil Levine, quien calificó a Irma de “huracán nuclear”.
“El viento está aumentando (…) Pero nos preocupa principalmente la marea de la tormenta”, dijo a CNN. “Miami es propensa a las inundaciones, así que cuando un huracán nos empuja la marea, es muy preocupante”.
A pesar de las advertencias, algún vecino se negó a abandonar su casa, como Scott Abraham, quien vive en un quinto piso de un edificio que da a la playa.
Prefirió quedarse y enfrentar la tormenta: “Si viviera en una casa me habría ido, pero si esta zona se inunda tardaría al menos una semana en volver y no quiero eso”, señala.
“Este es el peor escenario para nuestra ciudad y nuestra región”, dijo a CNN el alcalde de Fort Myers, una ciudad de la costa oeste, mientras trataba de tranquilizar a la población. “Estamos listos”, añadió.
Más de 54 mil residentes encontraron refugio en uno de los 320 albergues abiertos en Florida, según el gobernador Scott, quien llamó a la movilización. “Necesitamos mil enfermeras voluntarias para ayudar en los refugios”.
El huracán ya dejó al menos 25 muertos en las islas del Caribe: 10 en la parte francesa y dos en la holandesa de San Martín, cuatro en las Islas Vírgenes de Estados Unidos, seis en las Islas Vírgenes Británicas y el Archipiélago de Anguila, dos en Puerto Rico y uno en Barbuda.
En las devastadas islas de San Martín y San Bartolomé, los socorristas actuaban contrarreloj para ayudar a los traumatizados habitantes ante la llegada de otro poderoso huracán, José, que finalmente pasó más lejos de la costa de lo inicialmente previsto.
Un tercer huracán afectó el oeste del Golfo de México. Katia tocó tierra el viernes en el estado mexicano de Veracruz, pero fue degradado a tormenta tropical, dando un respiro a la población y las autoridades tras el sismo de magnitud 8,2 que sacudió horas antes el sur del país y dejó más de 60 muertos. JORNADA.UNAM.MX