IMPULSO/ Edición Web
Ciudad del Cabo
Cyril Ramaphosa fue elegido presidente de Sudáfrica por el Parlamento después de la renuncia de Jacob Zuma durante la noche, tras una decisión del partido gobernante Congreso Nacional Africano que puso fin a sus nueve años de gobierno manchados por los escándalos.
El principal índice bursátil de Sudáfrica subía casi un 4 por ciento y se encaminaba a su mayor avance diario en más de dos años, ya que los inversores recibieron con agrado la renuncia de Zuma después de nueve años en cargo, que estuvieron plagados de acusaciones de corrupción.
El rand, la moneda sudafricana que registró alzas cada vez que Zuma se veía envuelto en la turbulencia política, se disparó a un máximo de casi tres años contra el dólar tras la renuncia.
Pero el camino de regreso a la prosperidad bajo el mando de Ramaphosa, quien se convirtió en jefe del CNA en diciembre, será largo y difícil en una nación aún polarizada por los conflictos raciales y la desigualdad, más de dos décadas después del fin del gobierno de la minoría blanca.
Aún así, la salida de Zuma del poder a última hora del miércoles mostró la fortaleza de las instituciones democráticas en Sudáfrica, desde los tribunales pasando por los medios y la Constitución.
Ramaphosa fue elegido sin oposición como el sucesor permanente de Zuma por el Parlamento, además de ser declarado debidamente electo por el presidente del máximo tribunal de Sudáfrica, Mogoeng Mogoeng.
Zuma, de 75 años, dijo en un discurso de despedida de 30 minutos a la nación que no estaba de acuerdo con la forma en que el CNA lo había llevado a una salida anticipada después de que Ramaphosa lo reemplazó como presidente del partido, pero que aceptaría sus órdenes.
Se espera que Ramaphosa dé el viernes su primer discurso como presidente. EL FINANCIERO