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Lima, Perú
Las primeras llamadas que César Herrera recibió de su sobrino Hovy eran de desesperación. El joven de 21 años pedía que lo ayudaran a salir del contenedor en que su jefe lo había encerrado en pleno incendio en Las Malvinas. Para las 4:30 de la tarde, su clamor se convirtió en despedida.
“Por favor, cuiden a mi hija, no la dejen […] que mi mamita no llore”, fue lo último que Hovy Herrera dijo antes de perder comunicación con su familia que veía cómo el incendio avanzaba incontrolablemente en el edificio de Las Malvinas.
El joven, quien fue padre hace menos de un mes, trabajaba desde hace un año y medio en los almacenes ubicados en los pisos superiores de la galería Nicolini de Las Malvinas.
Cuando empezó el incendio, cerca del mediodía de ayer, llamó varias veces a sus familiares para darles indicaciones sobre su ubicación.
Él estaba encerrado junto a su compañero Luis Guzmán Taipe (19) en uno de los contenedores que irregularmente la empresa JPEG SAC había instalado en la azotea del edificio. Fueron ellos quienes desde una rendija sacaron tubos de fluorescentes para demostrar que seguían vivos. Todo antes de las 4:30 de la tarde.
“Le dije que se eche al piso, que orine en su polo, pero ya estaba tosiendo. Lo último que me dijo fue ‘cuídame a mi hijita’”, contó el tío a ATV+ Noticias.
La injustificable decisión del dueño provocó que Hovy y Luis no puedan evacuar a tiempo cuando el incendio alcanzó código 4 y consumió los pisos superiores de la galería. La familia denunció que el culpable del encierro es un sujeto conocido como ‘Gringo’.
Después de 20 horas de trabajo, los bomberos lograron controlar el incendio, pero no han podido rescatar todavía a los trabajadores encerrados. Se presume que en total son cuatro jóvenes.
Esta nota fue publicada originalmente por El Comercio y puedes consultarla en https://elcomercio.pe/lima/sucesos/cuiden-mi-hija-mi-mama-llore-mensaje-atrapado-incendio-malvinas-436970