Junio 8, 2025
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Cuentos para Presidentes

Vacunas por votos

Rodrigo Sandoval Almazán

* * *

Juana María a sus ochenta años se acaba de registrar en línea para ser vacunada contra el maldito COVID-19. Su nieta, Rosa, le ayudó a pasar los filtros de la página web y entender como funciona el sistema de registro para escribir su CURP. “No fue difícil, dijo ella, después de que nos ayudaron los del gobierno, me dijeron qué sitio debía ser y la hora para que nos registremos y no se sature. Estamos muy contentas, mi abuela por fin podrá salir a la calle” declara sonriente.

María había recibido la “llamada” de los que están seleccionando a los adultos mayores factibles de vacunar contra el virus. “No se olviden quien les dió la vacuna” Dijo la voz detrás de la bocina, el mensaje era mas que evidente en un año electoral.

No lejos de la casa la abuela Juana Maria, dos funcionarios conversan alegremente su próximo proyecto político.

– No te preocupes, vas a ganar la elección. Mira estamos haciendo la campaña perfecta. ¿Qué es lo que más quiere la gente ahora?

– Salud, responde el joven político de traje sastre y gafas de marca.

– Exacto. Nosotros les estamos dando la oportunidad de estar sanos con la vacuna. Pero, además les ofrecemos la esperanza de que todo va a cambiar, dejamos atrás este mal sueño y volvemos a la “normalidad” ¿No te parece perfecto? Esto de la vacuna nos ha venido justo en el momento exacto, en plena campaña electoral.

– Si, sonríe el candidato, pero no se si la gente lo va a ligar con nosotros.

– Claro que sí. Con decirte que les estamos llamando de parte del gobierno, o del partido, o del presidente, da lo mismo. Lo que tienes que hacer es sumarte a  la campaña, decirles que tú eres del mismo equipo y listo: ellos saben que tú les conseguiste gratuitamente la vacuna esperada. No más COVID-19. No más incertidumbre. Con nosotros regresa la salud, la prosperidad, ya veras.

– Pero, me parece que eso tiene una penalidad ¿No es cierto? El ofrecer o negar un servicio público para condicionar el voto, es un delito. Nosotros votamos en su momento por este tipo de sanciones. Al vincular la vacuna con los votos parece que así es.

– Tal vez lo sea sí lo dices directamente, pero no te preocupes, nosotros lo tenemos controlado. ¿A poco no te has dado cuenta? Controlamos el congreso, el poder judicial, por que no vamos a poder llamar al “orden” a un par de jueces electorales, por una acusación “sin fundamento” Además no le estamos negando la vacuna a nadie, por el contrario, los invitamos a que lo hagan, aunque les comentamos de paso que somos nosotros los que conseguimos esa ventaja y no los otros partidos políticos jejejeje. Muy conveniente ¿No?

El joven político duda. Asiente a su interlocutor pero en el fondo no está convencido de sus argumentos. Ambos se despiden, saben que se volverán a encontrar en la campaña, por ahora, todo parece estar a su favor.

Justo en la acera de enfrente, un grupo de políticos conversan a través de sus mascarillas y con la sana distancia que les pide la ley, al aire libre, pero lo suficientemente cerca para que puedan escucharse.

– Esto no puede seguir así. Levanta la voz el politico de más edad. El uso de la vacuna para favorecer el voto de los más pobres y de las personas mayores no debe permitirse. Nosotros no tenemos con qué combatirlo ¿Qué podemos ofrecer en su lugar? No hay nada mejor que la vacuna COVID-19 para conseguir votos.

– Tenemos la ley. Obliguemos al gobierno a detener esos anuncios y esas invitaciones.

– No podemos, dijo una de las mujeres que estaba en el grupo, sería como impedir la vacunación y se nos viene encima la opinión pública en voz del presidente y de su equipo. Ya los estoy oyendo: “ese partido político impide que los mexicanos se libren del coronavirus por cuestiones electorales: que bajo han caído” Al contrario, debemos acelerar la campaña de vacunación para tener representantes en las casillas.

– Es verdad, dijo la mujer más joven del grupo, si no podemos garantizar representantes ni tampoco personas que asistan a votar, será imposible lograr una victoria.

– No lo creo, el movimiento del presidente, no tiene una estructura partidista tan sólida y organizada como la nuestra, creo que en eso podemos ganarle. Lo que llevamos en contra es el discurso y la vacuna. Son dos obstáculos difíciles de saltar.

– Tenemos de nuestro lado la inseguridad que ha crecido, la crisis económica, la perdida de empleos, el pésimo manejo de la pandemia.

– Es verdad, Juan, dijo el político más experimentado, pero la sociedad no lo ve así. Muchos piensan que la crisis económica y de inseguridad esta ligada a la pandemia no al presidente, no a su partido. Ellos piensan que el manejo de esta crisis es ideal por que no tienen otra forma de comparar, nadie lee la prensa, muy pocos saben que en Australia, en Singapur,  las decisiones han sido mucho mejores y van más deprisa en la vacunación.

– Vamos a luchar con todo en esta elección. No se desanimen, dijo la mujer más joven, los mexicanos saben quién tiene la razón, con vacuna o sin ella, no son tontos, adultos mayores o pobres conocen la diferencia y la crisis política y económica no se acaba con una vacuna. Verán que nos va a ir bien.

El resto del grupo la mira con desconfianza, algunos piensan en su ingenuidad, otros en su optimismo, peo muy pocos le dan la razón. Tienen razones para hacerlo: son vacunas por votos.