IMPULSO/ Rodrigo Sandoval Almazán
Instrucciones para el 2019
La mayoría de las personas no leemos las instrucciones cuando abrimos un regalo, compramos un celular o adquirimos un auto. Sino hasta que nos pasa algún problema entonces regresamos al librito y buscamos cómo podemos resolverlo. Si todos los años nuevos vinieran con instrucciones, pues seguramente eso mismo pasaría, por eso no estoy seguro de cuantos lectores puedan llegar hasta el final de ésta colaboración, pero aún así van algunas instrucciones.
Para entender la política mexicana
Vivimos un momento inédito en la política mexicana. Después de un par de décadas de practicar la democracia, tenemos un gobierno con ideas muy diferentes a las que tradicionalmente estaban rigiendo los destinos del país. Todos los mexicanos – ciudadanos y políticos – estamos aprendiendo a convivir en este nuevo ambiente. Sea paciente, tolerante y constructivo.
Todos los políticos que actualmente ostentan el poder están aprendiendo que sus decisiones y sus discursos tienen impacto en el país por eso tómelos con reserva, seguramente cambiarán al paso de los meses o semanas y las reacciones airadas o descalificaciones no favorecen a nadie.
Los políticos y partidos políticos que tuvieron el poder se están adaptando más lentamente de lo esperado para vivir en la oposición. Desconocen cómo actuar y cómo explicar sus posturas para incidir en la política nacional y construirse un espacio de poder para el futuro.
Para entender la economía mexicana
Nuestra economía está vinculada al mundo. Somos un país bisagra entre America del Norte y America del Sur, nuestra posición geográfica hace que todas nuestras actividades económicas reciban efectos positivos y negativos del exterior. No olvide considerarlo antes de hacer sus compras.
El precio del dólar está sujeto a los discursos políticos, a las exportaciones, a lo vaivenes del mundo, porque es una moneda que se maneja en la economía internacional. Va a subir y bajar de acuerdo al comportamiento de nuestros políticos y… de los inversionistas internacionales que decidan comprar o vender grandes cantidades de él.
La inflación no es resultado solamente de la política: usted y yo la generamos, los productores, distribuidores y comerciantes la bajamos y subimos todos los días. El banco de México toma medidas para controlarla pero no es lo único que se puede hacer, si nosotros también ponemos de nuestra parte y pensamos en nuestros clientes.
Nuestros precios y los productos.- si va a la verdulería, al restaurante o donde quiera encontrará precios exorbitantes que reflejan: el desabasto de gasolina, la importación de frutas y verduras, la especulación de quienes los comercialización y por supuesto la temporada. Tenemos que ser hábiles para entender qué comprar y cuándo comprarlo, no queda de otra.
El desabasto de gasolina, gas y huachicoleo.- tenemos que pensar que enfrentamos – todos: gobierno y ciudadanos – un problema que se dejó crecer de robo de combustible y que sangra las finanzas públicas. El combatirlo ha puesto al descubierto no sólo a los operadores sino a los mismos distribuidores – gasolineras – que compraban y vendían estos combustibles, además de exponer una red de complicidades y de delincuencia que no habíamos visto. Esto tardará en componerse. Usted y yo somos víctimas de ello, por eso nos falta la gasolina, pero sobre todo evidencia la falta de un sistema de transporte públicos masivos de calidad en nuestra ciudad que sustituya los autos.
No tenemos la costumbre de ahorrar, pero ahora más que nunca requerimos un ahorro importante para enfrentar estos cambios en el mundo y en nuestro país, que hagan oscilar los precios y las condiciones económicas. Por ello, además de pensar cuidadosamente qué comprar, en qué invertir, lo importante es tener una estrategia para ahorrar.
Para entender las redes sociales
Para usted que se la pasa todos los días en el Facebook, WhatsApp, Twitter y demás, puede ver “otra” realidad. Pareciera que México está en una crisis de identidades porque hay personas que defienden las acciones de gobierno y otras que las atacan sin argumentos. Hay que reconocer que las redes sociales digitales han construido una plaza pública virtual donde podemos ver lo que todos opinan de todos, pero esa no es la realidad, es una parte de ella, así que lea con cuidado y entienda que se trata de un lugar inexplorado, sin reglas, donde cualquiera puede decir lo que quiera acerca de la vida, la política y la economía.
Mejor contribuya positivamente, pregunte, critique con argumentos, establezca un diálogo. Los que buscan separarnos – incluidos muchos políticos – construir la intolerancia, el odio y por ende el miedo, no deben prevalecer. Los mexicanos somos mucho más que Twitter y Facebook. Esa no es nuestra realidad. Podremos estar en desacuerdo, podremos burlarnos de las decisiones, pero siempre salimos adelante juntos.
No se olvide que las redes sociales están manipuladas también por robots que mandan miles de mensajes, de igual forma la mercadotecnia digital y los grupos de poder buscan influir en nuestras cabezas con discursos e ideas incompletas, falsas verdades e historias inventadas para controlarnos.
Para entender la sociedad mexicana
Los mexicanos estamos cambiando a una velocidad increíble. Por esta velocidad es que tal vez no nos damos cuenta de qué tanto nos hemos transformado, de ser una sociedad pasiva a una sociedad cada vez más crítica y activa en lo político y lo social. Nos falta ser más empáticos, solidarios, tolerantes y críticos, en otras palabras nos falta mayor madurez y conocimientos para entender el mundo que nos ha tocado vivir, por eso hay que vernos como una sociedad en proceso de construcción y no de destrucción, que requiere tiempo para madurar.
No hay instrucciones para enfrentar la incertidumbre, ni un futuro incierto, lo único que hay es el presente y nos toca vivirlo de la mejor manera, tomar decisiones que edifiquen a nuestra nación, nuestra ciudad y nuestras familias, no que las dividan o las destruyan. Usted tiene ahora un pequeño manual para transitar este año, decida si lo usa o si lo desecha. Bienvenido al año 2019 de nuestra era.
