IMPULSO/ Rodrigo Sandoval Almazán
La liga de la justicia
La liga de la justicia llego al Estado de México. Los cinco superhéroes que van a salvarnos de la corrupción al fin llegaron. Como todos los miembro de esta liga no lo proponen, llegan por si solos, por sus méritos propios, por sus características, por su experiencia, por sus superpoderes.
Estos seres impolutos, inmaculados, con chalecos antibalas que resisten cañonazos de millones de pesos llegaron para salvarnos de la corrupción, derrotar la impunidad y acabar con el crimen de cuello blanco.
No hay Supermán, Acuamán, Mujer Maravilla que se les compare porque ahora ellos tienen la gran responsabilidad de acabar con ese cáncer de la corrupción que está hundiendo a México, que lo está devorando. Han venido a terminar con los “intocables” gobernadores, alcaldes y diputados que lucran con su puesto, desvían fondos y se enriquecen a costa del sudor de nuestro pueblo.
Son ellos los que esperamos para que nos quiten el primer lugar en sobornos que nos brindó Transparencia Internacional este año. Los que queremos nos ayuden a reducir la estadística nacional de ser la primera preocupación de los mexicanos y el enorme gasto que hacemos por corrupción (alrededor del 9 por ciento del PIB).
Estos superhéroes contra la corrupción detendrán con sus ideas, su experiencia y su intachable moral a cuanto burócrata estatal y municipal intente vivir de la “mordida” cobrar un soborno o “aligerar” un trámite a cambio de unos pesos. Esta liga de la justicia es la que emerge del fango político y corrupto que habita desde hace años en nuestro estado para combatir el crimen más impune y artero que ha tenido nuestra patria: la corrupción.
Estos paladines de la justicia se atreverán a reorganizar el poder, poner en orden la maltrecha administración pública y ordenar las sanciones que otros poderes deberán aplicar para restaurar el equilibrio en los poderosos y los humildes, entre los políticos y los ciudadanos, entre los corruptos y los corruptores. Serán ellos los que le devuelvan el brillo al escudo mexiquense y nos regresen la esperanza de creer en el gobierno.
A pesar de todas estas ilusiones, amable lector, lamento tener que decepcionarlo pero la liga de justicia no existe. Es puro cuento. Una historieta que nos ha vendido DC comics para brindarnos esperanza y maquillarnos una vez más la realidad.
Nadie va a combatir la corrupción por decreto. Ningún grupo por más experto intachable y extraordinario que sea tiene el poder por encima del poder constitucional y de usos y costumbres para derrotar la corrupción.
Los superhéroes no existen. Pero la corrupción impera. Nos han vendido la liga de la justicia como la siguiente etapa del combate a la corrupción; como ese intermediario omnipotente entre el estado y los ciudadanos que logrará por fin acabar con el maligno.
Pero la corrupción no se acaba cuando detienen al villano del cuento. Corrupción es un red de personas, de privilegios, de sobornos, que ligan a uno y otro, se protegen entre sí, se cuidan sus espaldas y silencian a cuantos los descubren. Corrupción es callarse y no denunciar. Permitir que suceda y mirar para otro lado. Corrupción es permitir la impunidad.
Por eso es que la corrupción la tenemos que detener nosotros, desde nuestra trinchera personal, con nuestros recursos, escasos o amplios, en casa, en el trabajo, en la iglesia y en la burocracia.
La corrupción tiene muchas causas y efectos, tal vez no desaparezca pero sí se puede detener al momento en que pierda su impunidad. No se necesitan superhéroes con superpoderes constitucionales, cada mexicano es un héroe por sobrevivir y luchar contra la corrupción de la burocracia mexicana.
Tuit X Tuit.- Esta semana, se celebran los cuarenta años de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMEX, enhorabuena por estar formando a los políticos de nuestra entidad. @horus72
