Noviembre 24, 2024
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Cristal de roca

IMPULSO/  Cecilia Lavalle*

A 63 años

Dice Marcela Lagarde que sin el conocimiento de nuestro linaje femenino somos huérfanas y creemos que siempre empezamos el camino. Entonces hoy es un buen día para honrar a otras. Celebramos que un 17 de octubre se reconociera nuestro derecho a votar
Y tenemos mucho que agradecer a mujeres de otros tiempos y otros espacios, y también a mujeres de nuestro tiempo y espacio. Porque sin la decidida acción de algunas mujeres del siglo XVIII, hoy no estaríamos aquí.
Sin la capacidad de organización de las sufragistas norteamericanas y británicas del siglo XIX, hoy no estaríamos aquí.
Sin las sufragistas mexicanas que fundaron revistas, escribieron artículos, tomaron las calles, cabildearon con los hombres del poder dentro y fuera del país, hoy no estaríamos aquí.
Sin la osadía de las zacatecanas que pidieron ciudadanía en 1821 o de Rafaela Varela que juntó cientos de firmas para enviarlas a Porfirio Díaz en 1890, hoy no estaríamos aquí.
Sin Laureana Wright, Juana Gutiérrez, Elisa Acuña, Elvia Carrillo Puerto, Hermila Galindo, Elena Torres, Adelina Zendejas, Esther Chapa, Soledad Orozco, Margarita Robles, Amalia Castillo, María Lavalle, Margarita García Flores, entre muchas otras, hoy no estaríamos aquí.
Sin las mujeres que se manifestaron en el Zócalo o a las puertas del Congreso y soportaron que les tiraran cáscaras de sandía, huevos podridos mientras pedían el voto, hoy no estaríamos aquí.
¿y dónde es aquí?
“Aquí” es el tiempo y el espacio en el que ya no vamos por el voto, sino por la mitad del poder.
“Aquí” es el tiempo y el espacio en el que hemos hecho alianzas las feministas y las que no se asumen feministas; las que tienen claros los derechos de las mujeres, sin importar la ideología de su partido; las que no militamos en ningún partido. La historia de nuestro país no había registrado algo similar desde la década de 1930.
“Aquí” es el tiempo y el espacio en que hemos encontrado aliados demócratas y caminamos juntos.
“Aquí” es el tiempo y el espacio en el que mujeres de distintos partidos políticos se unieron para llevar un juicio que terminó con la sentencia 12624 del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación; y con ello dieron un giro de 180 grados a la historia de nuestra democracia.
“Aquí” es el tiempo y el espacio en el que mujeres en cargos clave, unidas a mujeres de la sociedad civil organizada, consiguieron que en nuestra Constitución quedara asentada la obligatoriedad de Paridad; la más importante reforma en materia de derechos políticos de las mujeres de los últimos 60 años.
“Aquí” es el tiempo y el espacio en el que comenzamos a hablar de la dimensión vertical y horizontal de la paridad. Y en el que nacieron tres jurisprudencias maravillosas que nos cobijan.
“Aquí” es el tiempo y el espacio en el que hemos nombrado y conceptualizado la violencia política contra las mujeres.
“Aquí”, en fin, es el tiempo y el espacio en el que hablamos, escribimos, argumentamos, nos organizamos para construir paridad en todos los espacios de poder y toma de decisiones, convencidas de que, como afirma Amelia Valcárcel, “El objetivo de todas las democracias es la paridad y es un objetivo irrenunciable”.
No hemos terminado. Sigue acabar de poner los cimientos para transitar a la paridad efectiva. Y sigue continuar construyendo la igualdad sustantiva.
Pero, por hoy, honremos a las ancestras; agradezcamos a las que caminan entre nosotras; y reconozcamos nuestros propios esfuerzos. Esta vez, ¡hay mucho que celebrar!
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*Periodista de Quintana Roo, feminista e integrante de la Red Internacional de periodistas con visión de género.

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