IMPULSO/ Gonzalo Vaca
Mucho se habla de la crisis en salud y de que el sector está en “terapia intensiva”; nada más alejado de la realidad. Cierto es que se padecen muchas carencias tanto en el aspecto humano, como técnico y ahora más en lo administrativo.
Ya el ex secretario de Hacienda de la 4T, Carlos Urzúa Macías, hizo un llamado a la reflexión para impulsar políticas públicas que garanticen al menos el acceso a la salud para 120 millones de mexicanos, de los cuales 55 millones no cuentan con seguridad social y que son el segmento de la población que hasta hoy cubre el Seguro Popular.
El presupuesto en salud para este año, es de apenas el 2.5 por ciento del Producto Interno Bruto; insuficiente para atender las necesidades de cuando menos cinco mil hospitales; 28 mil unidades de consulta externa; sueldos y prestaciones de 217 mil médicos y 300 mil enfermeras; esto sin tomar en cuenta a los miles de trabajadores que desde las estructuras burocráticas trabajan en los servicios estatales de salud.
Se promueve la recentralización de los servicios de salud, atentando contra el federalismo y sin directrices claras y específicas para la asignación de recursos públicos, principalmente federales.
El Estado de México no es privativo de esta incertidumbre, especialmente por ser el sistema de salud más grande a nivel nacional, al brindar más de 40 millones de consultas anuales a través de mil 533 unidades médicas, de las cuales mil 270 dependen del Instituto de Salud el Estado de México (ISEM), en donde son atendidos alrededor de nueve millones de mexiquenses que no cuentan con seguridad social, más de la mitad de la población total en la entidad.
Empero, a diferencia de otras entidades, en el Estado de México, se han fortalecido la atención médica en favor de las familias y esto se refleja en la disminución de los dos indicadores más importantes para medir la eficiencia de cualquier sistema de salud, que son la disminución de la mortalidad infantil y la razón de muerte materna; además de la reducción en el embarazo adolescente, la detección y tratamiento de enfermedades crónico no transmisibles, como diabetes, hipertensión y los cánceres que más aquejan a la población como el de mama, cérvix y próstata.
Especial relevancia cobra -en este sentido- el ejercicio transparente de los recursos que de por sí son finitos e insuficientes. En la entidad mexiquense la administración actual se ha dado a la tarea de sanear sus finanzas y comprometerse con la rendición de cuentas, por lo que es de destacar que al día de hoy el ISEM ha logrado recuperar su viabilidad administrativa y financiera al hacer frente a sus pasivos y resolver poco más del 30 por ciento del total de su deuda; logró cubrir en el 2018 más de tres mil 500 millones de pesos y 660 millones en lo que va de este 2019.
Y todo esto ha sido gracias a la disciplina financiera implementada y al amplio proceso de reestructuración administrativa; reingeniería que ha logrado mantener una abasto constante de medicamentos, insumos y material de curación en alrededor del 80 por ciento e incrementar hasta en un 25 por ciento la plantilla laborar de contacto directo con los pacientes; es decir médicos y enfermeras.
La prestación de los servicios de salud será siempre uno de los temas más sensibles y prioritarios en la agenda de cualquier país y en particular en el Estado de México se afrontan diversos retos, pero también se registran logros importantes que permiten tener un panorama más alentador.
Los avances se han alcanzado con trabajo, disciplina, orden y transparencia, como indicador de que se avanza por el camino correcto, teniendo como base el ejercicio responsable de los recursos.
En este sentido, se destaca que el ISEM no ha adquirido nueva deuda y que mantienen las negociaciones para cumplir con los compromisos pendientes, lo que le ha permitido sortear el camino cuesta arriba y se ha traducido en beneficios para los pacientes que diariamente se atienden en las unidades médicas de la entidad.
La Salud estatal conoce y reconoce su responsabilidad y asume su compromiso con los estándares de calidad, a través de la capacitación y profesionalización constante del personal de contacto directo con los pacientes, así como de aquellos que se desempeñan en el ámbito administrativo.
Se ha manifestado consciente de que el trabajo en equipo es la clave para lograr avances sustanciales que consoliden al Sector y es importante subrayar que la bandera de salud es blanca, no tiene colores ni partidos, por lo que se requiere la participación de todos los ámbitos y órdenes de gobierno para garantizar la atención a la salud, que es un derecho de todo ser humano. Esto marca la pauta para cumplir metas a corto y mediano plazo, ya que muchos son los retos, pero mayor es la voluntad de afrontarlos con responsabilidad y compromiso.
ATIENDE ISEM OBSERVACIONES DEL OSFEM. De un total de 18 observaciones determinadas por el Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM) correspondiente a 2018, el ISEM solventó al 100 por ciento 12 de ellas, lo que significa el cumplimiento de casi el 70 por ciento del total. Las seis restantes se encuentran en etapa de aclaración y se desahogan los procesos de comprobación respectivos, para lo cual el ISEM ha entregado todas las pruebas documentales solicitadas por el OSFEM.
