IMPULSO/ Miguel Á. García
Toluca
“Hablar de la ciudad y de ambulantaje debe entenderse como un sinónimo, dos entes que van de la mano”. RODRIGO BECERRIL, Investigador de la Facultad de Antropología.
“No hay una receta o una estrategia específica sino que depende de cada ciudad, de las características de cada ambulante, además de la magnitud de cada fenómeno”.
RODRIGO BECERRIL, Investigador de la Facultad de Antropología.
: Debe integrarse a la ciudad y no considerarlo factor de criminalidad como lo han hecho hasta ahora los gobiernos municipales, consideró el antropólogo Rodrigo Becerril.
DEBIDO A QUE el comercio ambulante no sólo forma parte de la idiosincrasia del mexicano, sino que brinda el alimento a miles de familias, éste debe ser integrado a la ciudad y no considerarlo factor de criminalidad como lo han hecho hasta ahora los gobiernos municipales. Así lo consideró Rodrigo Becerril, investigador de la Facultad de Antropología de la Universidad Autónoma del Estado de México, y precisó que este fenómeno social (ambulantaje) debe ser visto y analizado como otros que también aquejan al entorno como lo es la migración.
Pese a que el Patronato ProCentro Histórico de Toluca en distintas ocasiones ha recriminado que la actividad comercial informal ha aumentado considerablemente en los últimos tres años, resaltando el último semestre, el investigador advirtió que ninguna estrategia de erradicación de este tipo de comerciantes, en ninguna parte de mundo, ha funcionado.
“Hablar de la ciudad y de ambulantaje debe entenderse como un sinónimo, dos entes que van de la mano”, sostuvo el investigar, puesto que la presencia de vendedores informales en la ciudad tiene una tradición histórica que se remonta desde tiempos prehispánicos, con ello, la actividad debe entenderse como un actor social que ha ayudado a la configuración de la ciudad; sin embargo, acota que debe enfrentarse de forma constructiva negociando gobierno, ambulantaje y sociedad. “No hay una receta o una estrategia específica sino que depende de cada ciudad, de las características de cada ambulante, además de la magnitud de cada fenómeno”.
Asimismo, señaló que la criminalización del ambulante es una dinámica muy reiterada por los gobiernos municipales, pero nunca ha funcionado, por lo que se deben integrar a la ciudad, porque es un porcentaje de población altísimo que depende de esta actividad.
Desde febrero del año pasado, el Bando Municipal prohíbe el comercio ambulante en las calles municipio, sin embargo, esta actividad ha ido en aumento en el centro histórico.