IMPULSO/Miguel A. García
Toluca
Crecen las deportaciones de mexicanos y centroamericanos sin proceso legal, además de que la nueva política migratoria de los Estados Unidos ya no se concentra en migrantes en tránsito, sino en ilegales ya residentes o establecidos en su economía, advierten investigadores estadounidenses.
Gabriela Sánchez, maestra y socióloga en la Universidad de San Antonio Texas, refiriere que la criminalización del fenómeno migratorio es la nueva tendencia emanada desde el propio gobierno, lo cual significará invariablemente la modificación de los patrones de migración.
Destaca que otro de los cambios en el fenómeno migratorio es que las detenciones se enfocan actualmente en madres y niños centroamericanos que buscan refugio de sus países de origen como el Salvador, Guatemala y Honduras, ello ante la elevada violencia que viven sus regiones.
“Son personas que buscan refugio, pero están siendo criminalizadas, entran en la cárcel en Texas, tuvimos un flujo de casi 50 mil menores que buscaban refugio o asilo por Los Maras”.
El aumento en las deportaciones, dice, es una tendencia desde el gobierno de Bush, pero con el giro de ir ahora prácticamente a cazar a los migrantes dentro del territorio, las acciones ejecutivas del Presidente actual están cambiando las prioridades de migración.
Actualmente, México sigue siendo el principal abastecedor de migrantes con casi seis de los 11 millones de origen latinoamericano que radican en ese país, algunos con más de dos décadas; sin embargo, hay un estancamiento para las cifras de migrantes mexicanos, toda vez que, hoy, los migrantes de Asia, África y Centroamérica representan la nueva tendencia en aumento.
DATO:
México es el primer generador de flujos de migrantes hacia Estados Unidos con casi seis millones de personas de origen latinoamericano.