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Sao Paulo
Como parte de la Operación Carne Débil, dos grandes empacadoras de carne brasileñas sobornaron a inspectores para mantenerse en el mercado vendiendo carne putrefacta, acusó este viernes la policía al emitir 38 órdenes de arresto, mientras que un juez acusó al Ministerio de Agricultura de traicionar al país.
Parte del dinero de los presuntos pagos de las empacadoras JBS (Friboi) y BRF (Perdigao y Sadia) fue canalizado a dos partidos políticos importantes, incluido el del presidente Michel Temer, señaló la policía después de una investigación de dos años.
Las autoridades advirtieron que el caso era un golpe fuerte a la imagen internacional del sector agroindustrial de Brasil, con el cual el gobierno cuenta enormemente para ayudar a la nación a recuperarse de su peor recesión en décadas.
El investigador Mauricio Moscardi Grillo dijo este viernes en conferencia de prensa que las dos empacadoras de carne utilizaban sustancias químicas -entre ellas ácido ascórbico, sustancia potencialmente cancerígena- para mejorar la apariencia y olor de las carnes en mal estado. Señaló que al menos un ejecutivo reportó que la carne putrefacta era mezclada con carne en buen estado para ser vendida a los consumidores. Agregó que tres plantas fueron cerradas.
Moscardi dijo que algunos niños que asisten a escuelas en el estado sureño de Paraná fueron alimentados con carne peligrosa. “Ellos están recibiendo alimentos preparados con productos caducados, podridos y en muchas ocasiones cancerígenos, obedeciendo a los intereses económicos de esta poderosa banda criminal”, enfatizó. Las salchichas y longanizas deberían contener carne de pavo pero contenían impurezas y carne de pollo, pero nada de pavo.
Según el delegado, eran usadas cabezas de cerdo y animales muertos hace muchos días, con carne fresca. En un diálogo grabado con autorización judicial, el dueño de la nevera Larissa, Paulo Rogério Sposito, orienta a un empleado a hacer las carnes vencidas para la producción y cambiar las etiquetas para revalidar el vencimiento del producto.
La policía dijo que las empacadoras de carne influían directamente en el Ministerio de Agricultura para poder escoger a los inspectores que visitarían sus plantas. Esos inspectores entregaban certificados sanitarios a pesar de la adulteración de los productos, añadió.
En su determinación de autorizar los arrestos, el juez Marcos Josegrei da Silva dijo que el Ministerio de Agricultura tiene una “asombrosa” participación en fraude y corrupción. “El ministerio fue tomado como rehén por un grupo de individuos que traicionaron reiteradamente su obligación de servir a la sociedad”, escribió Moscardi.
El investigador señaló que parte de la carne caducada fue exportada a Europa. Dijo que cuatro contenedores de BRF de carne contaminada con salmonela fueron detenidos en Italia en 2016, pero no se hizo nada contra la compañía.
JBS y BRF emitieron comunicados por separado negando haber cometido delito alguno y dijeron que acataron las regulaciones. “La compañía repudia vehementemente cualquier adopción de prácticas relacionadas con la adulteración de productos”, dijo JBS. BRF dijo que “garantiza la calidad y seguridad de sus productos y garantiza que no exista riesgo para sus consumidores”.
Con información de El Nuevo Día y PsyNoticias