IMPULSO/ José García Segura
Rudos vs técnicos
El Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) será factor determinante a la hora de elegir presidente de la República el domingo primero de julio.
De entrada, su terminación y puesta en marcha el 20 de octubre de 2020 a las 7:01 de la mañana enfrentó a los candidatos presidenciales José Antonio Meade y Ricardo Anaya contra Andrés Manuel López Obrador.
El tema aeroportuario puso frente a frente al Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de Juan Pablo Castañón y al abanderado de la Coalición Morena, PT, PSD, quien se propone “revisar técnicamente el proyecto, sin asustar a nadie…y con toda honestidad decir sí procede o no procede”.
“Empecemos desde hoy y que sea una discusión técnica”, atajó Castañón.
Para Ricardo Anaya, de la coalición PAN PRD, MC, el dar marcha atrás al aeropuerto no es más que un disparate y cancelarlo “implicaría tirar mucho dinero”.
José Antonio Meade, candidato de la coalición PRI-Verde-Nueva Alianza acotó: “Pretender que la política, sin ningún fundamento técnico, interrumpa el desarrollo del país es una profunda irresponsabilidad”.
La propuesta lopezobradorista también fue rechazada por la Cámara Nacional de Aerotransportes (CANAERO) y por Alejandra Barrales, candidata de Morena al Gobierno de la CDMX y ex lideresa de las sobrecargos de aviación.
Un reporte gubernamental refiere que el NAICM se encuentra en la zona federal del ex Lago de Texcoco, entre los municipios de Nezahualcóyotl Texcoco, Atenco y Ecatepec, Estado de México y las delegaciones Venustiano Carranza y Gustavo A. Madero, de la capital del país.
Más precisamente, “al norte por el Depósito de Evaporación Solar El Caracol, junto a la zona conocida como Las Américas, en Ecatepec” y al sur por la Autopista Peñón – Texcoco, que será el acceso principal.
Al oriente por la nueva Autopista Pirámides – Texcoco “y por terrenos de cultivo de Texcoco y Atenco”; al Poniente, por el Circuito Exterior Mexiquense “y la zona urbana de Ecatepec”.
La nueva terminal aérea de México sería la segunda más grande del mundo, después de Estambul, Turquía.
Para empezar a operar, requerirá de millones de dólares y capacidad para atender entre 70 y 125 millones de pasajeros al año mediante un centenar de posiciones de atraque “y al menos tres pistas para despegues y aterrizajes”.
Según el reporte gubernamental, los ganadores del proyecto fueron Norman Foster, británico, quien diseñó el aeropuerto de Beijing, y José Fernando Romero, mexicano, yerno del empresario Carlos Slim.
Conforme a la agenda, la segunda etapa del proyecto estaría terminada en 2062. El edificio terminal tendrá un kilómetro y medio de largo.
¿Usted qué dice, ¿ganaran los rudos…o los técnicos? El primero de julio sabremos. [email protected]