Es causa de estrés, irritabilidad, fatiga y trastornos del sueño, señala especialista del ISSEMyM.
: La discapacidad auditiva debiera presentarse después de los 70 años, sin embargo ocurre desde los 35 años
Guadalupe Rosas Suárez/Toluca
La contaminación por ruido afecta hasta en 80% la productividad de los trabajadores, ya que no sólo genera repercusiones auditivas, también causa cefaleas, estrés, irritabilidad, fatiga, neurosis y trastornos de sueño;es un asunto que debe atenderse y no dejar en segundo términopor la afectación a la salud y a la propia competitividad.
Al respecto, la doctora Hilda Victorio Armendáriz, médico especialista en audiología, Otoneurología y Foniatría del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM), destacó que la contaminación por ruido tiene un impacto fuerte en nuestro sistema, no se trata sólo de una cuestión auditiva, hay muchas alteraciones nerviosas que están vinculas al ruido, desde fatiga hasta la depresión.
“Está comprobado científicamente el estrés, la depresión, la irritabilidad… el ruido es el causante”, enfatizó la especialista, tras lamentar que estemos perdiendo la sensibilidad ante una problemática tan seria como es la contaminación auditiva y que afecta directamente la calidad de vida.
De hecho, los propios dispositivos tienen un rango de sonido de 85 decibeles y cuando se rebasa se provocan lesiones o discapacidad auditiva que tendría que presentarse después de los 65 o 70 años, pero que en muchos se comienza a padecer a los 35 o 40 años por no cuidar que existen límites permitidos de sonido y por exponerse constantemente a la cuestión auditiva.
El problema radica en que no hay conciencia de la regulación del ruido, por lo que recomendó a la población tomar medidas para que el ambiente laboral no sea bullicioso. No obstante, si alguien se encuentra en un lugar donde no está en sus manos evitar el ruido, “lo mejor es cuidarse uno mismo y usar tapones auditivos, que se pueden conseguir en cualquier farmacia”.
En ese sentido, explicó que los sonidos llegan a nosotros por medio de ondas sonoras y, si ponemos una barrera con el tapón auditivo, la onda pasará más lento; entonces, estará protegida la membrana timpánica.
En el caso del uso de audífonos, indicó que lo ideal es utilizar aquellos que son de diadema, porque los de inserción daña más la membrana timpánica. Y como se han convertido en una herramienta de trabajo, lo más conveniente es buscar marcas que estén reguladas y no nos afecten tanto. Además de regular el volumen, a fin de que no rebase el 50 o 60% del volumen que tiene el aparato o dispositivo electrónico que se vaya a utilizar.
