IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
Este año se registraron las concentraciones más bajas de ozono de los últimos cuatro años y sólo se presentó una contingencia ambiental, indicó la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe).
Detalló que en comparación con el 2017 hubo una disminución de 80% en el número de días que rebasaron los 150 puntos IMECA, únicamente en dos días se superó este nivel, y sólo hubo 11 días que se pasó de 140 IMECA, siete menos que en la temporada de ozono del año anterior. Desde 2016, no se ha registrado ningún día en el que se alcancen los 200 puntos.
En cuanto a Contingencias Ambientales Atmosféricas (CAA), durante la Temporada de Ozono 2018 sólo se registró una, mientras que el año pasado se registró el doble.
Martín Gutiérrez Lacayo, Coordinador Ejecutivo de la CAMe enfatizó que la coordinación de acciones instrumentadas a partir del 2016 entre el Gobierno de la República y los gobiernos que integran la CAMe está dando resultados, pues han disminuido de manera paulatina las concentraciones de ozono en el Valle de México.
“La variabilidad en los patrones meteorológicos productos de la vulnerabilidad al cambio climático que sufre el centro del país continúa siendo un elemento clave para la formación de contaminantes secundarios y la dispersión de los mismos; el hecho de que se hayan presentado concentraciones menores a las pronosticadas, no debe ser un elemento para bajar la guardia”, dijo.
Advirtió que la sociedad y el gobierno deben seguir colaborando juntos para mejorar la calidad de aire en el Valle de México. “Resolver los problemas de fondo requiere de la participación activa de todos los sectores y todavía estamos lejos de cumplir con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud sobre la calidad del aire.” abundó.
La Temporada de Ozono, que inició el 15 de febrero y concluyó el 15 de junio, se caracteriza por patrones meteorológicos asociados a sistemas de alta presión que propician el movimiento vertical del aire desde capas atmosféricas superiores hacia la superficie terrestre, condición que, al combinarse con la poca humedad ambiental, favorecen la producción y acumulación de contaminantes secundarios de origen fotoquímico como el ozono (O3).