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París
La fiscalía de París abrió una investigación preliminar por “daños involuntarios” y “puesta en peligro de la vida ajena”, entre otros, por el caso de la leche infantil contaminada con salmonela del grupo francés Lactalis, informó este martes una fuente judicial.
La investigación preliminar se abrió el viernes, también por los presuntos cargos de “engaño agravado por el peligro para la salud humana”, y “no ejecución de un procedimiento de retirada de un producto” perjudicial para la salud, y fue confiada a los gendarmes de la sección de investigaciones de Angers (oeste de Francia) y de la oficina pública Oclaesp, especializada en este tipo de casos.
Lactalis, el primer grupo lechero francés, anunció la semana pasada la retirada de toda su producción desde febrero de leche infantil y otros productos del mercado francés e internacional, procedentes de la planta de Craon (oeste) por riesgo de contaminación con salmonela.
“Una contaminación se introdujo en nuestra fábrica de Craon a raíz de unas obras realizadas durante el primer semestre de 2017”, informó la empresa.
El volumen de los productos afectados por esta retirada masiva representaría miles de toneladas. Pero el grupo Lactalis, conocido por su discreción -no publica sus cuentas-, no quiso dar ninguna cifra.
La salmonela es un tipo bacteriano que puede producir intoxicaciones alimentarias que pueden provocar náuseas, vómitos, dolores abdominales y diarrea, así como infecciones más graves. El riesgo es mayor para los niños y las personas de la tercera edad.
La primera demanda la presentó a mediados de diciembre Quentin Guillemain, padre de una niña de tres meses que consumió una de las leches infantiles afectadas, pero que no enfermó. La asociación de consumidores UFC-Que Choisir había anunciado su intención de hacer lo mismo.
“La apertura de esta investigación es una muy buena noticia. La fiscalía fue muy reactiva y eso muestra que los elementos que habíamos denunciado proporcionan material para una investigación”, dijo a la AFP Jade Dousselin, abogada de Guillemain. EL DEBATE