IMPULSO/ Agencia SUN
México
La Compañía Eterno Caracol Danza, dirigida por Ester Lopezllera, se presentará en el Teatro de la Danza del Centro Cultural del Bosque con un programa de seis coreografías:
Trébol, ¡Al agua pato!, Para una oración, El sentir de las tortugas, El último jalón y nos vamos (500 imecas), obras representativas del proceso creativo de la compañía con 17 años de existencia, y el estreno de la obra Contemplación.
El programa llamado también “Contemplación”, que se presenta en el marco de la temporada “Grupos consolidados” del Teatro de la Danza, es, de acuerdo con la coreógrafa, un reflejo de lo que ha sido la compañía, de las visiones del mundo que han compartido con el público a lo largo de casi 20 años; por ahora la agrupación busca detenerse por un instante y mirar atrás para después continuar el camino.
“En la compañía siempre ha habido la intención de buscar la conciencia, de hurgar en nuestro mundo interior, en nuestra inteligencia emocional en donde la creatividad es parte fundamental; de entender cómo nos relacionamos con nuestro entorno y cómo podemos tener una armonía con el universo. Creemos que el mundo pasa por una crisis, en buena medida debido a nuestra individualidad alejada de lo que nos rodea, de modo que nuestra danza busca la reflexión, la sensibilidad, la creatividad”, explica Lopezllera. Mientras que el estreno Contemplación surge de un deseo como coreógrafa de abrir su percepción para sentir cuáles serán ahora sus motivaciones para crear. “En este momento de mi vida me estoy enfrentando a la muerte de mi ser como intérprete; estoy en el proceso de entender que fui con una bailarina con cierta destreza, con un instrumento de trabajo flexible y entrenado, pero que con los años, al bien usarlo, se ha ido deteriorando. Estoy empezando a sentir dolor, mi plenitud como intérprete se ha transformado en angustia al descubrir que ya no resisto ciertas cosas, así que sé que debo cambiar mi forma de trabajo. Mis obras siempre empiezan a partir de la bailarina que soy, de mi búsqueda del lenguaje con mi cuerpo, ahora con mis limitaciones en la destreza me enfrento a que debo cambiar”, dice.
Contemplación, además refleja una plenitud de la experiencia, del sentir. Así, afirma Lopezllera, en esta obra abre un diálogo con la pintura, para que la plástica y la danza construyan un diálogo en escena. “El pintor crea en escena y traza líneas, su danza como pintor genera un universo creativo. Ese contemplar al pintor, ver cómo crea el paisaje, nos detona, nos motiva, nos impulsa a crear. Cada función será una diferente obra y nos moverá de diferente manera, aunque haya un trazo ya definido. Lo interesante es que el pintor nos genera y nosotros a él, es un diálogo constante, es acerca de vivir el presente. La danza es el mejor ejemplo para vivir el aquí y el ahora”, explica.
Respecto al resto de las coreografías que conforman el programa, indica que Trébol es trío con cierto toque inocente porque aborda cómo el ser humano desea el control de sus vidas, pero en la suerte busca el porvenir, mientras que ¡Al agua patos! refleja la preocupación por la carencia del agua.
“Para una oración, en cambio, es una danza que me es muy importante porque me recuerda a Roberto Robles, quien fue para mí muy importante, le agradezco tantas cosas y con esta danza quiero que todo el mundo recuerde que ha sido un bailarín excepcional y tenemos que honrar a nuestros bailarines. El sentir de las tortugas es una obra que le da importancia a todos los seres que viven en nuestro planeta y El último jalón y nos vamos. (500 imecas), tiene que ver con la paranoia que nos quedó tras ese periodo terrible que vivimos con la influenza en 2009″, concluye Ester Lopezllera.
Las funciones de Eterno Caracol se llevarán a cabo del 31 de marzo al 3 de abril, jueves y viernes a las 20 horas, sábado a las 19 horas y domingo a las 18 horas.
