Por Teodoro Rentería Arróyave
Para martes 30 de junio de 2020.
Así es, hoy hemos llegado felices, alegres, sanos y agradecidos a los 83 años de edad con la compañera de vida Silvia, los hijos: Teodoro Raúl y Yenni; Gustavo y Meritxell; los nietos María José, María Fernanda, Gustavo y Arnau, además de los incontables amigos-hermanos que nos enriquecen en estas más de ocho décadas. Permítanme mencionar a cuatro de los múltiples camaradas que desde antes de la víspera ya estaban presentes con sus felicitaciones: Carlos Fernando Ravelo y Galindo, Guadalupe Alejandra Galindo Flores, José Antonio Aspiros Villagómez y Norma Lydia Vázquez Alanís. Ahora es todo virtual, pero no por ello lleno de empatía amorosa, ya tendremos tiempo de celebrar en forma presencial.
PRIMERA PARTE
La alopatía y la homeopatía son dos sistemas diversos para afrontar las diversas calamidades de salud: enfermedades, endemias y pandemias que ha padecido, padece y padecerá la humanidad en las continuas generaciones,
Ante un medicamento desarrollado por investigadores profesionales homeópatas de la prestigiada Universidad Autónoma de Chapingo, antigua Escuela Nacional de Agricultura del Estado de México, para enfrentar el coronavirus con resultados francamente alentadores, nos dimos a la tarea con la respetada colega mexiquense, licenciada Adriana Tavira García, directora del diario “Impulso”, de contactar con el doctor Felipe de Jesús Ramírez Espinosa, con el propósito de que al través de una entrevista nos explique el desarrollo del trabajo realizado y que puede cambiar, para bien, el rumbo del flagelo que por ahora enfrentamos con los dramáticos resultados en México y en el mundo.
Nos referimos a un desarrollado nosodes para enfrentar el convid19, empecemos por decirles que un nosode o nosodes es un veneno potenciado que actúa como contraveneno. El remedio homeopático de microorganismos se obtiene de la sangre, saliva, orina o mucosas de los propios enfermos.
Primero ubiquémonos en una breve historia de la homeopatía, el galeno Ramírez Espinosa nos relata: “Las referencias a la homeopatía surgen desde el padre de la medicina Hipócrates, quien señalaba diversas formas de curar, donde se incluía el uso de contrarios (alopatía), el uso de similares (homeopatía) y otras opciones donde se podría ubicar a la herbolaria y la acupuntura.
Pero es hasta que el Dr. Cristiano Federico Samuel Hahnemann -10 de abril de 1755 – 2 de julio de 1843-, le da una estructura teórica y práctica al enunciar el principio esencial que la sustenta (similia similibum curantur, lo semejante se cura con lo semejante) y lograr así un método de elaboración y de aplicación.
El Dr. Hahnemann plantea la homeopatía en 1796, dos años antes que Jenner quien trazará las vacunas en 1798.
A partir de ahí se ha venido aplicando como una terapéutica en el ámbito humano. Un aspecto histórico tiene que ver con que el Dr. Hahnemann, es quien aplicó el “natrum muriaticum” en su caballo para un problema de oftalmia y con ello surge la homeopatía veterinaria en Europa.
Un aspecto histórico tiene que ver con que para el Dr. Hahnemann es la isopatía, esto es tomar una secreción en grandes cantidades de una persona, como sería la orino terapía, que para él no era homeopatía, por lo que escribió en el parágrafo 68 del órganon de la medicina, que la isopatía no era homeopatía, tal como aparece en la 6ta edición del órganon, aparecido en 1810.
Lo importante, asevera el médico Felipe de Jesús Ramírez, es que, cuando aparece en Francia una peste de sarna y el Dr. Hahnemann aplica los medicamentos para la piel que haba investigado, pero no queda convencido de su eficacia y pasando sobre lo escrito en el órganon de la medicina, tomo una pústula de una persona enferma con sarna, la elaboro homeopáticamente y con ello resolvió el problema; este medicamento fue el Psorinum, que se aplica eficazmente para problemas de psoriasis, incluso para garrapatas en el ganado. Ese y no otro es el principio del medicamente para el combate del covid19, con muy alentadores resultados. CONTINUARA.