IMPULSO/ Teodoro Rentería Arróyave
NUEVO PARADIGMA
Al gran amigo y reconocido colega, licenciado Manuel Arce Isaac, director de la agencia cubana de noticias Prensa Latina, PL, en México, en su cumpleaños que celebramos con entusiasta hermandad.
PRIMERA PARTE
Como lo adelantamos en la entrega de la víspera, el Primer Informe de Gobierno -y Tercero al Pueblo de México- del presidente Andrés Manuel López Obrador, representó un profundo cambio de paradigma basado en la honestidad y la austeridad republicana.
Como nunca, el mensaje respecto del Primer Informe de Gobierno, es decir dar a conocer la situación que guarda la administración pública del Estado, que es una obligación constitucional, había concitado tantas expectativas, primero porque históricamente López Obrador encabeza el primer régimen de izquierda y, segundo, porque en los dos temas lacerantes: economía e inseguridad, no hay avances.
Lo primero que hay que hacer notar es que el jefe del Ejecutivo habló con honestidad al aceptar que no se ha avanzado como se quisiera en el primer caso y, en el segundo, prevalece la situación heredada.
Lo explicó de esta manera: “Tenemos finanzas públicas sanas. La recaudación de impuestos aumentó en 2.6 por ciento en comparación con el año pasado. La economía está creciendo poco, es cierto, pero no hay recesión. Además, ahora es menos injusta la distribución del ingreso, es decir, hay más desarrollo y hay más bienestar”.
Para luego insistir en el objetivo “más importante del gobierno de la Cuarta Transformación” en el sentido de que en 2024 tengamos una sociedad mejor, y que la población esté viviendo en un entorno de bienestar.
Luego volvió a proclamar su convicción de humanismo: “Por el bien de todos, primero los pobres. Sólo con una sociedad justa lograremos el renacimiento de México. El país no será viable si persisten la pobreza y la desigualdad. Es un imperativo ético”.
Más adelante explicó que “el crecimiento económico y los incrementos en la productividad y la competitividad no tienen sentido como objetivos en sí mismos, sino como medios para lograr un objetivo superior: el bienestar general de la población y, precisó aún más, el bienestar material y el bienestar del alma.
Y resaltó que “La nueva política productiva que estamos llevando a la práctica consta de cuatro acciones fundamentales: fortalecer la economía popular, impulsar proyectos para el desarrollo regional, fomentar la participación de la iniciativa privada y promover la intensificación del comercio exterior y la captación de la inversión extranjera.
En cuanto al fortalecimiento de la economía popular ha sido fundamental considerar como prioridad la recuperación del campo. Promover el desarrollo rural implica mejorar las condiciones de vida de los campesinos y fortalecer las actividades productivas, lo que a su vez forma parte de la solución a los grandes problemas nacionales”.
Los campesinos y el campo mismo, en verdad han sido los olvidados de siempre, no obstante la sangre derramada de los humildes en las luchas sociales. De lograr este compromiso de la Cuarta Transformación, será el principal acto de justicia en la historia del país. CONTINUARÁ.