Septiembre 18, 2024
Clima
18°c Máxima
18°c Mínima

COMENTARIO A TIEMPO “EL HÉROE DE TAMPICO” (II)

Teodoro Rentería Arróyave

SEGUNDA PARTE

Continuamos con el Trabajo Recepcional del abogado humanista Saúl Uribe Ahuja titulado “El Héroe de Tampico”, de ingreso a la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG, patrocinada por la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, que como ya puntualizamos, resulto un inteligente y mordaz análisis de Antonio de Padua María Severino López de Santa Anna y Pérez de Lebrón, más conocido como Antonio López de   Santa Anna, 

Este es el relato de Saúl Uribe sobre la célebre Guerra de los Pasteles: con la escuadra francesa en Veracruz, Santa Anna, desafió al almirante galo en carta injuriosa y de mal gusto.  

Gesticulaba su reto a caballo y la respuesta fue el cañonazo que le voló la pierna izquierda, prenda que le salió muy redituable, la llevó de Manga de Clavo a la capital y le hizo rendir honores, como si se tratara de un héroe nacional.

Años después, el pueblo enfurecido por sus desmanes sacó la pierna y la tiró.

El voraz Santa Anna, describe Saúl, tuvo a su favor que como funcionario público, solo pudo robar con las quince uñas que le quedaban y que fueron útiles para cobrar las comisiones por las ventas de Texas en 1836 y la Mesilla en 1848.

Dónde disfrutó la comisión con Francisco de Paula Arrangoiz, se pregunta y se contesta: en Manga de Clavo, Lencero, latifundios de miles de hectáreas, productores de ganado vacuno y caballar

Manejador hábil de la propaganda a su favor, para ocultar culpas y responsabilidades graves, supo presentar la Campaña de Texas como un triunfo, cuando en realidad, realizó una matanza atroz, de mujeres y niños, según informes de la sangrienta toma del Álamo en San Antonio Béjar.

Desde el ministro plenipotenciario estadounidense en México Joel Poinsset, jamás ostento el cargo de embajador, fue el comienzo del interés por quitarnos tierras, asegura nuestro flamante académico.

La verdad de esos aconteceres es que de parte nuestra, fue que en aquel entonces, Texas fue territorio abandonado desde la Colonia, y los mexicanos influyentes sacaron concesiones para grandes terrenos, que fueron vendiendo a los colonos de otra religión y otra lengua. Mismos que, con tesonero esfuerzo, engrandecieron los predios y quisieron anexarlos a los Estados Unidos para progresar como los vecinos.

Las diferencias de idiomas y de religión, los que hablaban inglés eran protestantes por su religión, frente a los mexicanos, en su mayoría católicos de habla española.

Los colonos en la guerra de 1836 tenían esclavos negros, cuando Hidalgo desde Chihuahua en 1810 abolió la esclavitud, e hizo libres a los esclavos que escapaban.

Amante de lujo, señala Uribe Ahuja, la espada que dejó en San Antonio de Béjar tenía empuñadura de oro, así como la botonadura de sus casacas, mientras los soldados, no recibían paga y no tenían que comer.

Después, de la masacre del Álamo, los enfurecidos texanos lo metieron en una jaula, vaciaron sus vejigas con su líquido y lo bañaron.

Acostumbrado a mentir, en el parte oficial manifestó, que trató con humanidad a los soldados presos, cuando en realidad, hizo crueles matanzas. CONTINUARÁ.