Por Teodoro Rentería Arróyave
Para martes 10 de agosto de 2021
Discrepamos totalmente de las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, respecto al regreso a clases en medio de la ola de contagios y muertes que ha provocado en casi todo el país el avance de la variante Delta del Covid-19.
Ante la salud, sobre todo de los niños y jóvenes, de ninguna manera es válida cualquier polémica, las decisiones debemos de dejarla en manos de los expertos epidemiológicos, este no es un tema político es un tema de vida y de muerte.
López Obrador debe rectificar su posición; su declaración es inaceptable, baste repetirla para conocer el tamaño de lo absurdo que emitió: “No me importa que la mayoría esté pensando en no regresar, yo voy a sostener que es indispensable que se regrese a clases por el bien de los niños, de los adolescentes, de los padres de familia, por el bien de todos, por el bien de la educación y del desarrollo del país”.
Nosotros, por nuestra parte, afirmamos que por bien de estas generaciones actuales, por su salud, se debe aplazar el regreso a las aulas, porque siempre estará por encima del desarrollo educativo y económico del país, la salud de los niños y de los jóvenes de México.
A todo ello debemos de sumar otra controversia: entre la autoridades federales de salud y la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México. “Para nosotros, estamos en -semáforo-, naranja, en la mañana dimos todos los argumentos”, respondió Claudia Sheinbaum ante la publicación del mapa epidemiológico que coloca a la Capital de la República nuevamente en Semáforo Rojo, es decir en máxima alerta.
La mandataria, también insiste en su posición con la siguiente auto pregunta y contestación “¿Por qué estamos en naranja? Pues por estas consideraciones: se amplía la capacidad hospitalaria y hay una estabilización de los casos y una reducción de la tasa de cambio, esa es nuestra consideración”.
Ante la salud, sobre todo de los niños y jóvenes, nada es válido. Tanto el Presidente de la República como la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, los gobernadores de los estados, así como todos los mexicanos, empezando por los padres de familia, debemos de supeditarnos a lo que determinen los expertos de la salud.
Ante todo y sobre todo la integridad de los mexicanos y más la de las generaciones infantiles y juveniles. Por tanto ANTE LA SALUD, NINGUNA POLÉMICA ES VÁLIDA.
