Por Teodoro Rentería Arróyave
EL PERIODISMO ES UN SERVICIO, NO UN PODER
A semejanza de mi hijo Teodoro Raúl, despedimos con pesar, pero con el orgullo de haber sido cercanos a su corazón al maestro del periodismo morelense, Don Sergio Parra Román. A sus 86 años deja huella imborrable en el periodismo local y nacional. Su nombre, indudablemente, acompañará a otros colegas en el Monumento a la Libertad de Expresión de ese Estado. Nunca olvidaremos esas enriquecedoras tertulias en su casa, acompañado de sus hijos, también colegas, con quienes compartimos la tristeza del camino al éter eterno de su queridísimo padre. In memoriam.
Nunca, jamás he creído que los medios, el periodista, el periodismo en sí, sean un poder, ni siquiera cuando nos iniciamos profesionalmente en “el oficio más bello del mundo”, frase inmortal de Gabriel García Márquez, en la primera redacción periodística radiofónica.
Lo explico, en aquellos lejanos tiempos -1956-, nos dotaron de “patrullas informativas”, automóviles Ford del año, con equipo potente de radiocomunicación para transmitir desde el lugar mismo de los hechos, con woki tokis para los enlaces lejanos, además con torreta y sirena.
Incipiente reportero de policía era para sentirnos “la mamá de Chita”, o la “mamá de los pollitos”; a nuestro paso respondían los conductores de vehículos, no se diga los de las ambulancias, patrullas policíacas y transportes de bomberos.
Atento siempre a los consejos o regaños de mi padre, el médico y poeta, Fortino Rentería Meneses, también de mis maestros de la Escuela de Periodismo “Carlos Septién García”, jefes en la redacción y colegas mayores, aprendí que nunca debía envanecerme, por el contrario, que el periodismo es y será, únicamente, un servicio a la sociedad, Ahora los comprendí aún más.
Antes debo decir que siempre me opuse y me sigo oponiendo a la credencialización de los periodistas y mucho más cuando la convirtieron en placa metálica, al estilo policíaco, para abuzar de la misma, desde el simplista estacionamiento en lugares prohibidos y de ahí a otras arbitrariedades.
Ahora entiendo aún más esta mi firme postura; antes permítanme recordar que inclusive algunos medios en México y en otras partes del mundo les fueron impuestos como cabezal el de “4to Poder” 0 “Cuarto Poder”.
Gracias a un trabajo de investigación del colega Javier Casal Tabasci, publicado en la plataforma: PERIODISTASenespañol.com, titulado. “Reglas de juego en el ejercicio de la libertad de información” -, nos explica porqué se dice que los medios de comunicación son el cuarto poder, después del legislativo, el ejecutivo y el judicial.
“La expresión “cuarto poder” -nos ilustra el colega-, se atribuye al filósofo y político Edmund Burke, quien la pronunció en el debate de apertura de la Cámara de los Comunes del Reino Unido en 1787. La razón es que la prensa ocupaba en la Cámara de los Comunes la cuarta bancada, tras los Lores Espirituales (representantes de la Iglesia), los Lores Temporales (la nobleza) y los Comunes (los políticos).
Y Concluye: Los medios de comunicación juegan un papel crucial en una democracia, es indiscutible, y que la libertad de información es parte esencial de una democracia también.
Añade: Los periodistas deben poder investigar sin temor a la censura o a la represión, pero existen límites en el ejercicio de dicha libertad, como el derecho de las personas a la protección de sus datos personales o el derecho a salvaguardar su honor, su imagen e intimidad personal y familiar.
Explicado históricamente lo anterior, no violentemos dicha expresión y hoy más que nunca ante los abusos del poder, los periodistas debemos de converger en que ni nuestros medios, ni nuestra profesión, ni nosotros mismos somos un poder, la expresión “el cuarto poder” es una falacia. El periodismo ayer, hoy y siempre será, lo máximo: UN SERVICIO A LA SOCIEDAD. ¡QUÉ MÁS QUE ESO!
