Por Teodoro Rentería Arróyave
Tomás Mojarro “El Valedor”, el periodista irreverente, ya mora en el éter eterno
Este martes, en la tarde noche, mientras sosteníamos una reunión virtual entre amigos, nos enteramos de la triste partida del buen amigo y estupendo periodista y escritor irreverente Tomás Mojarro “El Valedor”.
Seguramente en la historia nacional e internacional han existido y existen un cúmulo importante de comunicadores irreverentes y muy respetables, sin embargo, hay que aclararlo, ninguno con la singularidad de “El Valedor”.
Sumemos a ello otra característica superior de Tomás Mojarro, fue el primero y el único, cuando menos en México, que hizo periodismo irreverente diario en la radio, y debe tomarse en cuenta que vivíamos en tiempos del “presidencialismo”, lo que le ganó el respeto de la audiencia por su audacia y valentía, de ahí “El Valedor”.
Como lo he relatado en otras ocasiones, Tomás Mojarro y Paco Huerta+ tenían las costumbres de la gastronomía con la tertulia, cada semana, si mal no recuerdo los martes, en el estupendo restaurante o taberna, como dicen en España, se reunían en “El Danubio” de las calles de Uruguay.
Gracias al amigo Francisco Huerta, que compartíamos cabinas y micrófonos en ese entonces en “Radio Fórmula”, me convocaba, en no pocas ocasiones, a esas reuniones formidables, donde hablábamos de toda y de nada, lo importante es que siempre terminábamos conjuntado ideas y acuerdos comunes.
La Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, que desde luego lamentó el fallecimiento del comunicador zacatecano, informó que fue escritor, narrador, periodista, actor, profesor y conductor radiofónico, y se nos fue a los 89 años de edad.
Destacan entre los libros del zacatecano sus cuentos “Cañón de Juchipila” y ”Yo el valedor y el Jerásimo”.
Nos aclara que su apelativo “valedor” proviene del significado que se le otorga en México a la palabra, como sinónimo coloquial de amigo o de quien se “da a valer”, como lo declaró él mismo. En su natal Jalpa, Zacatecas, se ha denominado una calle en su honor.
Además de Radio Universidad, donde se dio a conocer, fue conductor y colaborador en el Canal Once de televisión del Instituto Politécnico Nacional, IPN; profesor del Centro Universitario de Teatro, CUT, y obtuvo el Premio México en 1973 por su escrito “Trasterra”, el único premio que aceptó.
En 1983 participó en el filme experimental “Figuras de la Pasión”, de Rafael Corkidi. Este filme es un Auto Sacramental que narra la trágica historia de la Pasión de Cristo. El maestro Mojarro interpretó el personaje de Jesús.
En 1985 colaboró con Televisión Mexiquense al participar como conductor en más 100 cápsulas con temas variados bajo el nombre de “Charlas sin sentido”, con guion de su autoría.
Entre 2015 y 2018 colaboró en el Periódico “Metro” de la Ciudad de México; algunos artículos quedaron almacenados en su bitácora de Internet: “El Valedor”. Entre 2016 y 2018 colaboró en la Revista Zócalo. También fue figura destacada en los programas de otro destacado gran amigo, colaborador y laureado periodista, Héctor Martínez Serrano+, espacio en el que polemizaban, hasta que Mojarro lo abandonó.
Hasta su último aliento, en Radio UNAM, transmitió su programa periodístico “Domingo 6”, que cambio a “Domingo 7”.
Compartimos el dolor de su partida al eterno éter con su hija Mayahuel, con sus demás familiares, amigos, alumnos e incontables radioescuchas. In memoriam.