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COMENTARIO A TIEMPO

Por Teodoro Rentería Arróyave

Plan mundial de fraternidad y bienestar (III)

TERCERA Y ÚLTIMA PARTE

El presidente Andrés Manuel López Obrador en su discurso que pronunció en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, ONU, con el tema genérico de la corrupción en el mundo, dio a conocer la propuesta de México de una ambicioso Plan Mundial de Fraternidad y Bienestar.

Después de su crítica valiente, que algunos critican y están en su derecho, que expuso en estos términos: “Nunca en la historia de esta organización se ha hecho algo realmente sustancial en beneficio de los pobres, pero nunca es tarde para hacer justicia. Hoy es tiempo de actuar contra la marginación atendiendo las causas y no solo las consecuencias”, explicó la ya histórica propuesta, que presentamos sintetizada:

“A tono con esta idea, en los próximos días la representación de México propondrá a la Asamblea General de la ONU un Plan Mundial de Fraternidad y Bienestar. El objetivo es garantizar el derecho a una vida digna a 750 millones de personas que sobreviven con menos de dos dólares diarios.

La propuesta de México para establecer el Estado Mundial de Fraternidad y Bienestar se puede financiar con un fondo procedente de al menos tres fuentes: el cobro de una contribución voluntaria anual del 4 por ciento de sus fortunas a las mil personas más ricas del planeta. Una aportación similar por parte de las mil corporaciones privadas más importantes por su valor en el mercado mundial y una cooperación del 0.2 por ciento del PIB de cada uno de los países integrantes del Grupo de los 20. De cumplirse esta meta de ingresos, el fondo podría disponer anualmente de alrededor de un billón de dólares.

En su informe anual, la ONU podría destinar un día para otorgar reconocimientos o certificados de solidaridad a personas, corporaciones y gobiernos que destaquen por su vocación humanitaria ayudando a financiar el Plan Mundial de Fraternidad y Bienestar.

Los recursos de este fondo deben llegar a los beneficiarios de manera directa, sin intermediación alguna. El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional podrían colaboran en la creación de la estructura requerida y, desde el año próximo, hacer un censo de los más pobres del mundo y una vez definida la población objetivo, en cada país, comenzar a dispersar los recursos para el otorgamiento de pensiones a adultos mayores, a niñas y niños con discapacidad; becas a estudiantes; apoyos a sembradores y a jóvenes que trabajen como aprendices en actividades productivas, así como hacer llegar vacunas y medicamentos gratuitos.

No creo, lo digo con sinceridad, que alguno de los miembros permanentes de este Consejo de Seguridad se oponga a nuestra propuesta pues esta no se refiere a armas nucleares o invasiones militares ni pone en riesgo la seguridad de ningún Estado; por el contrario, busca construir estabilidad y paz por medio de la solidaridad con quienes más necesitan de nuestro apoyo… “Con otras palabras, solo siendo buenos podemos ser dichosos”.

Recordó a José María Morelos y Pavón, quien hace más de dos siglos demandaba: “que se modere la indigencia y la opulencia”; y, casi al mismo tiempo, Simón Bolívar aseguraba que “el sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política”.

La ONU, que es lo más parecido a un gobierno mundial y que puede llegar a ser el organismo más eficaz para el combate a la corrupción y el más noble benefactor de los pobres y olvidados de la tierra”.

Por lo pronto, son ya 47 países y un número importantes de organismos los que se han interesado en contribuir y apoyar el “Plan Mundial de Fraternidad y Bienestar” propuesto por México.